Fénix 4, 785-812
BIBLIOTECAS INFANTILES Y ESCOLARES 79 1 recursos que en tal sentido ejercita pueden clasificarse como recreativos, instructivos y de propaganda. 1) RECREATIVOS: La hora del cuento. Pueden distin- guirse dos tipos de horas del cuento, según la mayor o menor edad de los miembros del auditorio. El primero, que atiende a los menos desarrollados, física o psíquicaniente, tiene lugar cuando la escuela deja de funcionar y versa sobre cuentos folklóricos cuidadosamente seleccionados, leyendas o historias reales. Se procura reunir grupos que no excedan de cincuenta ni- ños y el programa que dura no más de media hora, comprende, generalmen- :e, una historieta cómica corta, luego un relato extenso Y concluye con un poema; así se obtiene el máximo aprovechamiento por parte de la concu- rrencia. El ciclo abarca los nueve meses de estudio escolares, aunque, repi- to, este servicio funciona al margen de los programas educativos. La se1ecció11 de cuentos para los niños más pequeños, si bien permite colguna variedad, debe mantenerse íntimamente ligada a aquellos relatos co- munes que invariablemente despiertan el interés de las criaturas. Actuan- do siempre dentro de un terreno familiar para los oyentes, encuentra la bi- bliotecaria oportunidad para repetir, una y otra vez, las enseñanzas más útiles y aún alcanzar el ideal de que el auditorio intervenga, ocasionalmen- te, bien sea narrando algunos cuentos o dramatizando las historietas favo- ritas. El ciclo para los mayores de diez aííos dura ordinariamente seis meses e incluye series de seis o diez historias largas, pertenecientes a la literatu- ra universal, tales como Las Leyendas del Rey Arturo, Las Hazañas del Cid y los hechos de los caballeros Andantes. La duración del relato puede ex- tenderse hasta 45 minutos. En esta forma, simultáneamente se consigue establecer contacto entre los niños y las primeras obras de1 ingenio humano y se logra eficiente publicidad para la biblioteca. La preparación del relato, supone la realización sucesiva de las siguien- tes etapas: selección del cuento, adaptación a los propósitos perseguidos, or- denamiento de la exposición y presentación. Debe dispensarse preferente atención a la comodidad personal de cada uno de los oyentes; un arreglo adecuado de la sala, consistirá en colocar !as sillas en líneas semicirculares, que permitan a la narradora la visión perfec- ta de todo el auditorio, y a los niños la contemplación de la bibliotecaria. Si el grupo es poco numeroso, puede ésta realizar su exposición sentada; peio, si la concurrencia es nutrida, resulta mejor que permanezca de pie, tratan- do de mantenerse lo más cómodamente posible y evitando cuanto sea su- perfluo o poco natural en sus movimientos. Nada será forzado en el rela- to Y, por lo contrario, se tratará de imprimir a la narración un ritmo g g i l de contagioso entusiasmo. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.4, julio-diciembre 1946
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