Fénix 40-41, 101-146

El Santo Oficio ... /Carlos Alfonso Villanueva C. excepto losnombrespropios; y los lexemasno obstanteseacentúan.Atentos a todo lo expuesto, el presente estudiopodrá ser útil tanto a historiadores comoa lingüistas. En 12díasdelmes de diciembrede 1639,"sin ser llamado" -como debía hacerlo-, un servidorlaico,LuisMartínezPlaza,que sehonraba comofamiliar y notario del SantoOficio, se presentó ante el licenciado don Antonio de Castro y del Castillo, inquisidor y Juez deBienesConfiscadosdel Tribunal del SantoOficiodeLima.El caso loameritabadesde luego,pues el cumplidor familiar le dijo que, al encontrarse en la casa de sumorada la noche del día miércoles 7 del indicadomes, vino a él DiegoMartín Piedra -su vecino- quien le comunicó:que como a eso de las cuatro de la tarde, un negrito del licenciadoPedro de Soto, llamadoCristóbal, había sido testigode que dos religiosos de la orden del seráficopadre SanFranciscohallaron dos barras de plata, un cofrecillo y dos talegas con reales enterradasen el muladar que estaba ubicado a la espalda de la huerta del hospital de San Andrés -de españoles-, situado al Este de la ciudad. Al inquisidorle correspondíaacoger la información, y en tal virhid, diligente, ordenó aMartínez Plaza llevar aMartínPiedra a declararante él; lo dicho, por coincidirperspicaces enquepodría estar relacionado con el Auto de Fe, celebrado meses atrás en Lima, en 23 de enero del año que se indica, o expresadoen términosmás exactos, caudal ocultoperteneciente a algunode losjudaizantespenitenciados y relajados en la fecha que se indica, cororalio del proceso seguidoa dichaminoría en el SantoOficio desdehacía cuatro años a esa parte. El supuestodesde luego no era nada descabellado.Castro, por cierto, sabía de esos usos en razón de su ampliaexperiencia y actuación precisamentecontra el referido grupoportugués. Para el inquisidor,pues, el Tribunal debería buscar a través de la apertura del debido proceso la confiscacióndel hallazgo y el castigo a sus autores, consolidando de este modo la embestida institucionalcontra el otrorapoderoso círculoherético. Por hacerlo sin embargo -y ésta será la pregunta central-, ¿en ejercicio de su función, supusoaquellavez que la poderosa instituciónsacóadelante Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.40-41, 1998-1999

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