Fénix 40-41, 101-146

-- El Santo 0)cio ... /Carlos Alfonso Villanueva C. suspersonas obienes, opuesto impedimentoal ejerciciode las funcionesdel SantoOficio. Por ende, por el tenor de la presente amonestación, exhortamos y requerimos,sopena de excomuniónmayor, lataesententia trinamonitione canonicapraemisa, mandamos a todosy a cada unode los que supiereis o hubiereis hecho algunas de las cosas arriba declaradas, que vengáis y parezcáis ante Nos, personalmente, a decirloy manifestarlo ...26 Estando a lodicho, al ser interrogadosobreel hallazgoen referenciaMartín Piedra declaró loque sabía.En consecuencia,dijo ante el escribanoAntonio Dornínguez de Balcázar, "no saber ninguna otra cossa más de aber oído decir a un negritoesclavodel licenciadoPedrode Soto, cómodosReligiosos de la orden de señor San Francisco abían sacado de dicho muladar dos barras deplata y dos talegas de reales"; lo expresadono obstante, sinhaber reparado"en preg~ntalle"~~ al esclavosi se había "hallado presente a ello, o si sólose lohabían No poco contribuyóMartlnPiedra con el Tribunal del SantoOficio,pues como se acaba de señalar, sindicó al testigopresencial de los hechos que, dos días después fueubicadoy llamado a comparecer. El negro se llamaba Cristóbal, un mozo que frisaba los veinte años de edad, poco más o menos, y por desventura era "quebrado de manos". En tomo al caso, Cristóbal declaró que obedeciendoa su amo al dirigirse a la iglesia de SantaAna y pasarjunto a la "guaquilla", viomucha genteparada "al respaldo" de la huerta de SanAndrés y, movido por la curiosidad, se metió entre lamisma. 2 6 PALMA, RICARDO.: Anales de la Inquisición de Lima. Ediciones Congreso de laRepública 2 7 del Perú. Lima, 1997, pp. 153-162. preguntarle. 2 8 Ibidem, p. 1 v. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.40-41, 1998-1999

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx