Fénix 40-41, 101-146

Fénix n. O 40-41, 1998-1999 --- Sinduda alguna, no se trató de una pregunta feliz,pues tocandocosasde un oficio ajeno, elmercader le desbarató, replicando: -Los cegrospueden cargar dosmil pesos ymás. . .. Sueleun negro cargar un caxón deReales, que tienedosmil quinientos pesos. Producida la clara respuestadel interrogado,el licenciadoCastrodecidió volver sobrehechos ya tratados, aunqueconmucha malicia.Al hacerlo, en efecto,ya no preguntaba sino afirmabaqueUlloa había recibidoplata de un procesado y condenado. En tal ardid, estaba claro que la información se basaba en la versión del propioUlloa, pero el señor inquisidorle había dado la vuelta, es decir, frente al testigo-sospechoso, jcreía la versión deljudío portugués! Así es como le preguntó: -¿Supo que las dichas dos barras que le entregó66el dicho Gaspar Fernández Cutiño erande FranciscoMárquez Montesinos, que a la sazón está67preso en este santo officio? Como se recuerda, Ulloa había rechazado antes que el dinero pagado por GasparFernándezpertenecieseaFranciscoMárquezMontesinos,como bien lohabía aclarado ante el Tribunal,donde fue investigado; de ahí queno fuese involucrado en el proceso contra los mercaderes judaizantes. Sin embargo en esta oportunidadUlloa no respondió muy coherentemente, dejando dudas al responder que: -No lo supo,y que si loubiera sabido, ubiera benido a dar quenta en este Santooficio. En ese estadode cosas, el inquisidordonAntonio deCastroy del Castillo suspendió la audiencia, "para quando ~onbenga".~" pesar de la última 66 4 7 En el docunzento dice: 'quele entregóa este declarante el dicho Gaspar Fenúndez ... '. Ibídem. 4 X En el docltmento dice: 'estaba' Ibídem,fol. 14. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.40-41, 1998-1999

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