Fénix 40-41, 163-183
---- Robert Fairthorne.. . / B . C. Brookes / tr. Elisu Morales La ecuación fundamental puede también ser considerada como una secuencia.Imagine que alguiencoge un libro de textoy lee un capítulo a la vez y que los sucesivoscapítulos loproveen de información1,,I,, .... . .Inen forma secuencial, y que la estructura de conocimientodel lector cambie de (S), a (S),, de (S), a (S),, y así, correspondientemente con los sucesivos ingresosde información. Podríamos entoncesescribir: 1, + (S)O -+ (S), 1, + (S), -+ (S), 1, + (S>,,-, -+ (S),, Pero podriamos también sumar las secuenciasy considerar todo en una solaecuación: Esta sumatoriadice que, en lugar de considerar los efectos de la lectura decada capituloseparadamente,podríamos igualmenteconsiderar losefectos de la lectura del libro total. Esta sencilla secuenciade operaciones aditivas contiene, creo, el generalmente aceptado panorama del proceso de aprendizaje. Si estamos seriamenteconsiderandoesta clase de análisis seríanecesario ser capaces de describir, en términos y precisión adecuados el estado del conocimiento(S),del lectoral comienzode la lectura.Cualquierlector podría ya tener una complejaestructurade conocimiento, suficientementecompleja para hacernos considerar si no deberíamos comenzar en una etapa más temprana,en un estadomás simple.En efecto,podríamosorientamosabuscar alguna tabula rasa -que nos permitieraempezar desde el principio-. Pero, ¿cuándoes el momento? ¿Cuándocomienzael desarrollodel conocimiento en el niño? Y ¿es ese el momento de la tabula limpia?No hay un comienzo enel sentidoquerequiere laecuación.No existeesesingularmenteprivilegiado momento.El organismohumano empieza comoun huevo fertilizado.Desde esemomento el programa genéticoheredado asume el control y empieza el proceso de crecimiento, las células se tiividen y dividenhasta que comienza Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.40-41, 1998-1999
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