Fénix 42, 121-131
En años recientes tuvimos la oportunidadde adquirir varios manuscritos de obras literarias. Uno de estos fue el borrador de El Zarco, la novela realista de Ignacio Manuel Altamirano. Otra colección de borradores es la que correspondea lasmemoriasden cuatrovolúmenesde José Vasconcelos, quien fue Ministro de Educación Pública bajo el presidente Obregón de México. De hecho, Vasconcelos tuvo la oportunidadde comprar la biblioteca de GenaroGarcia para el gobiernomexicano antes quc el profesor Hackett apareciera en el cuadro, pero opt6 por no invertjr en tal adquisición. Otro gmpo demateriales recibido recientemente fue la colección de los manuscritos de Julio Cortazar que la Colección Benson adquirió del autor poco antes de su muerte. La colecciBn incluye los borradores de Ruyuela, Diveriirizento, El examen, Libro de Manuel y 62: rnodeio para armar. Obviamente, la Biblioteca Benson no se formó de la noche a la mañana. E1proceso ha sido arduo y ha tomado cerca de cien años. Muchas, muchas personas se han involucrado en la tarea.He mencionado solo algunos de los coleccioristas, historiadores y bibliotecariosque han sido instrumentales en ei crecimientode la colección. El trabajo de estaspersonas bien conocidas sedocumentaen las colecciones que ellos han dejado detrás de sí. Es bueno recordar, sin embargo, que cada colección que la universidad ha adquirido, ha llegado a Texas gracias a la ayuda demuchas otras personas, amigos interesadosen la bibliotecaque han reconocido la importanciade los libroso archivos, loscuales quizás sehubieran perddo sin su intervención. L m ina estigadores y miembrosdel cuerpodocente igual que numerosos estudianteshan donadosu tiempo, dinero y conocimientos a la tarea de coleccionar fuentes de investigación. Incontable nítmero de empleadoshan colaborado con usuarios y detrásde bambalina para asegurar la conservación y el fácil acceso a Iosmateriales. Finalmente, la biblioteca ha contado con el apoyo generoso de los administradores de la biblioteca y de la universidad. En 1975, la biblioteca fue nombradapor una de las personas claves en su Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.42, 2000
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