Fénix 42, 47-53

décadaste1 siglo XX y cuyas obras relatan escenas de la historia nacional, con pinceladas suaves y con predominio del dibujo, dentro de una temática muynarrativa. A continuaciónnos hallamos con otra escultura,esta vez representando a DanteAlighieri, en estilo también academicista,mostrándonos a un ser que medita sobre el valor de la vida y los sufrimientosen la vida terrenal. En eso, surgen los trabajos de José Luis Arbulú con sus cuadros abstractos que aparentementeno representan nada pero que en realidad nos están refiriendo acerca del mundometafísico,el cual en esenciano se compone sino de ideas opuestas entre si, que resultan ser en el fondo complementario, resaltándose estapolaridad tanto con el colorcomocon ciertos elementos como son fiases, Iíneas horizontales, etc. Estos cuadrospreludian la obra de Eduardo Tokeshi con su muestra ({Viday milagros del hombre invisible),,que aparecenjunto con el trabajo de Arbulú para romper armonía y tranquilidad que producían las obras anterioresy criticar ese estiloy, asimismo, la condiciónhumana en las grandes ciudades, poniendo en tela dejuicio los valores comúnmente considerados como únicos en una sociedadhipócrita y conservadora, y uno de estos valores es el de las apariencias. Toda la puesta habla sobre este problema, el que se ha convertido en una respuesta omnipresente en la vida citadina, rigiendo todas las actividades con el afan de producir la ilusión de realidad y por lo cual no duda en utilizar todos losmedios para producir este efecto, aunque tenga que destruir la esencia del hombre. Para hablar sobre las aparienciasutiliza lametáfora del traje como el medio de ocultar la fomici corporal real pero, además, como medio para disfi-azar y dar la ilusión de algoqueno existe ni existirájamás pero quees un convencionalismoaceptado por la sociedad.Entonces,nos presenta dentrodeuna serie de indumentarias los diversosconvei~cionalismos que estamossometidosa usar en las ciudades; el traje dcl hombre devoto (un saco compuesto por ex votos), el patriota (el saco compuesto de escarapelas),etc., y la única huella en la tierrade este ser despersonalizado es el trajc que todos los hombres usan y sus obras son los zapatosusados que yacen amontonados y que, en conjunto,forman una masa compactaque forman loscoloresde la bandera nacional.La sexualidadqueda redircida en pelos y señales que se encuentran encerradas en una cajita de crisial y la parte sensible, amable y generosa seplasrna en esa mano relajada Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.42, 2000

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