Fénix 42, 64-80
-- .- -. - -- --- - Lima y su ... / TeodoroHampe historia innominada, en la que no participan los grandes personajes de la política y la sociedad, sinoseatiendea la reconseniccionde la vida cotidiana, de los sentimientos íntimos, de las actitudes, de las mentalidades, de las costumbres, de los gustos, de las modas, de las comidas, de los sabores, etc. Para todo esto resultamuy importanteel trabajode Fuentes, pues nos blinda una aproximación deprimeramano a lo queera la vida simple,dia a día, en la ciudad de Lima en ese entonces. Podenlosmencionaren estecontextola herencia colonial o hispánicaque sepercibe en el nivel de los horarios, tanto de vida como de trabajo. Imperaba una organización del régimen laboral bastante peculiar, con horas corridas hacia el segmento final de la mañana. AL hablar de las diferentes oficinas publicas, la Guía sexiaIa repetidamenteque se empezaba a atender desde las 10 u 11 de la mañana, horario que al parecer valía también para los comerciantes, artesanos y profesionales liberales. N o obstante que se comenzaba con tanto retraso, la sesión laboral se detenía alrededor de las 3 6 4 de la tarde. No existía nada parecido a la jornada partida, sitio que fa sesión culminaba simplementecon un almuerzotardío. Por lo tanto, cabe decir que regían los horarios típicosdeCastilla,pues se desayunaba casi a media mañana, se almorzaba a mitad de la tarde y se cenaba ya avanzada la noche, y con abundancia de platos. Todo esto se puede referir niejor con una cita textual, queconciernea losprincipaleshoteles para trrristas en Lima amediados del siglo XIX. El alberguemás renombrado, o el más caro en todo caso, era el hotci Morin, propiedad de un francés apellidadoCourrejolles,que estabaubicado sobrela PlazaMayor, en el Portal de Escribanos;y la descripciónquehaceFuentespara los eventualesvisitantes es 'iasiguiente:«...hay 46 habitaciones, cuyoprecio varia de tres a diezpesos diarios; mesa redonda a las nueve y media de la maxiana y a las cuatro de la tarde. El abonomensual a la comida esde 45 pesos; cl servicioes a la francesa; se habla español, francés e Inglés. Hay en la parte baja de la misma casa un café con mesas debillar y un establecimientode baños tibios)) (p. 230-23 1). Al hilo de loshoteles y albergues,sehace una descripciónde las principales fondas o restaurantes, sitios públicos a donde se podía ir a comer. Fuentes Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.42, 2000
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