Fénix 42, 64-80

La centenaria Universidad de SanMarcos, ya hemos dicho,había caído en una situacióndezozobra,demenoscabo en su importancia y fama,razónpor la que sepermitió quedosEscuelassuperiores-la deMedicina y la deDerecho- pudieran alternativamenteotorgar grados académicos.Será interesantecitar con detalle a ManuelAtanasioFuentes,profesional del foro y sanmarquinode pura cepa, en este punto. «Pocoa poco seha introducidotal abuso-dice- que las funciones unwersitarias han tocado en lo ridículo; las leccionespara los gradosseestudian con anticipación,la ar,mentación es una farsa,y losgrados doctorales seconfierenmuchasveces sinactuaciónalguna. Tal es, entreotras camas, la del desprestigiode un cuerpoque en otrostiempos brillópor el saber e instrucción verdadera de la mayor parte de sus miembros))(p. 97). Anota rambien: <tHacealgunos años que no se da ninguna clase de lecciones en la Universidad,y el titulo de catedráticoen ella no es sinohonorífico» (p.96). Vemos, pues. que la Guía del viajero evi Lima no se limita a brindar una relaci6il digamos fria u objetiva de las instituciones, comerciantes, profesionales y artesanos existentes en \a capital, sino contiene valiosos comentarios y juicios críticos -y a la vez constructivos- de su autor. En otras páginas se denuncia, por ejemplo, la pobreza de las colecciones y el ordenamiento del Museo Nacional, donde estaban reunidas ((antigüedades y objetos de historia natural)); por entonces se hallaba en unos salones fronterizos a la Biblioteca Nacional de Lima, en la calle Estudios, es decir, a un costado de la iglesia de San Pedro. Nuestra obra se refiere también a una serie de innovaciones que experimentaba entonces la vida urbana limeña. Una de ellas era el edificio de la Penitenciaría (conocido vulgarniente como el Panóptico), que estaba levantándose junto a las murallas virreinales de acuerdo con modelos norteamericanos que habían inspirado a don Mariano Felipe Paz Soldán, el historiador, geógrafo y jurista que había sido enviado por el gobierno de Echenique, en 1853, para instruirse sobre la traza y funcionamiento de las penitenciarías en los Estados Unidos. Es de indicar que el Panóptico se mantuvo en pie durante todo un siglo, hasta ser derruido en los años 1960 para dar paso al moderno Centro Cívico de Lima." Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.42, 2000

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