Fénix 42, 99-105
Durante los años 60, las universidadesdeCanadá empezaron el proceso de trasladar la capacitación de especialistas en las ciencias sociales desde afuera hacia su propio dominio (Konrad 1982, 1992). Antes, la nación dependía de la importación de académicos formados en el extranjeropara mantener una enseñanza superior básica y además, para participar en el desarrollo de programas innovadores de estudios al nivel de maestría y de doctorado. Estosmismos programasde postgrado revirtieroncompletamente el proceso de importar especialistas extranjeros durante los años 60 al aumentar el número de graduados canadienses capacitados. En cuanto a las disciplinas, el creciente interés en los estudios iatinoamericanosen Calgasy también ha seguido tendencias acadgmicasen el ámbito nacional y en. el extranjero. El área de Estudios Latinoamericanos despertó iniesés principaln~ente ntre los universitarios no graduados. La atenciónpública, inspiradapor la llegada de Fidel Castroal poder y el impacto que esto causó, contribuyó a la expansión de estudios especializados en determinada área. Existia también un elemento de remedo que reflejaba la preocupación de los Estados Unidos con el papel de America Latina en el sostciiimiento de sus intereses nacionales. Si observamos el programa de Estudios Latinoainericanos en la Universidad de Calgary se puede ver un ejemplo de esos mismos procesos históricos. El primer presidente de la universidad, el Dr W. Amstrong, identificó comouna prioridadpara la UniversidaddeCalgary,lampacitüción de expertos en estudios especializados en áreas extranjeras. Por influencia personal, el Dr. Asmsti-ongconvencióal granmesoamericanista,el Dr. SctottieMacneish, quien era investigador en el National Museum of Canada, de que viniera a Calgary para establecer el Departamentode Arqueología. Por iniciativa del Dr. Macneish se fundó entonces el primero y único programa de estudios arqueológicos en Canadá completamente separado del Departamento de Antropología, que tradicionalmente era la sede de arqueología en muchas universidades norteamericanas.Asimismo,graciasa la visióndel Dr.Macneish, se creó un programa de estudiosde postgrado enArqueología, incluyendoel doctoradoel h i c o programa de este tipo en el campode las Ciencias Sociales cn toda la Universidad de Calgary durante esa época. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.42, 2000
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