Fénix 43-44, 143-151

El público está poco enterado de la venta de los cartes de visite de personajes celebres. Como se habría previsto, la principal demanda está para los miembros del Familia Real .... No se habría pagado mayor precio a la memoria de su último heredero real el Príncipe Consort por el hecho de que en el plazo de una semana de su deceso se pidió nada menos que 70.000 de su curtes de visite ... Las razones del éxito de estas tarjetas eran : Su bajo precio. Eran pequeños y fáciles de recoger, mucha gente comenzó a colocarlos en álbumes fotográficos. Las colecciones de cuadros o imágenes artísticas eran altamente atesorados. Antes de 1860 la manícr de la curte de visite había alcanzado su clímax en Inglaterra. En su autobiografía H. P. Robinson indica que en 1859 su negocio fotográfico estaba a punto de quebrar, pero que esta innovación lo había salvado. A finales de 1860 había pagado no solamente sus viejas deudas sino que, además, adiciones hechas a estas, había invertido una suma considerable de dinero, pero dos años más tarde podía vender su negocio y retirarse para vivir en Londres. Esta moda dio lugar a un nuevo tipo de cámara fotográfica la cual en su parte posterior cambiaba de lugar. La parte posterior era movida cada vez que una porción de la placa sería expuesta permitiendo que un conjunto de varias imágenes fuera impreso en el mismo tiempo obteniendo retratos de aproximadamente 7 cm de alto por 5 cm de ancho, esto es la octava parte de una placa entera cuyo tamaño era de 21.6 cm. de alto por 16.5 cm. de ancho, Posteriormente, las fotografías se pegaban en cartulinas rígidas que medían 6 cm por 9 cm. ;Ilgunas cámaras fotograficas usaban entre 2 a 32 lentes mientras que otras tenían ambos componentes, es decir, la parte posterior que cambiaban de lugar y las lentes múltiples. Estas cámaras fotográficas fueron populares de la mitad de la década de 1850s a 1870s y continuó siéndolo hasta inicios del 900. Las varias características del montaje de la tarjeta, de la imagen y de la impresión del fotógrafo permiten a menudo que estas imágenes sean fechadas correctamente dentro de algunos aíios de su origen. La mayor parte de ellos son retratos; desafortunadan~ente no identificables en su totalidad. Incluso no es siempre un problema insuperable sin embargo, si una colección de Cartes de visite de un determinado fotógrafo se compara a las imágenes históricas de un lugar o a las imágenes previamente identificadas de la misma epoca, es a veces posible identificarlas con otras. Los fotógrafos de aquel entonces eran muy escrupulosos en su trabajo, lo hacían congran esniero y pulcritud hasta obtener el resultado deseado, sobre todo para conseguir la aceptación final de sus clientes al verse plasmados en sus Tarjetas de Visita, tal como ellos lo esperaban. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.43-44, 2001-2002

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