Fénix 43-44, 79-98
se trata de los intelectualesorgáni actua!, buscan los valor retérito y mitico. Y, en El primer registro que nos hfo olíkica es su =tividad como literato, como e9 crea iente y amable, que es la faceta a del escritor. Desde e gitimó ante el público y ante las élites. El segundo registro es el de las crónicas y el de las cartas en las que trata de política. Su tono es crítico y si uno no conociera la autoria, podría ensar que se trata de textos de González Prada. La condescendencia desaparece y es acre en sus ' ' ' . Las cartas a Piérola y sus crónicas para El Canal (vocero oficioso del Partido Demó e se editaba en Panamá), lo demueswan. Aunque en este momento es necesario in a acotación. Las duras e irreverentes crónicas publicadas en El Canal eran firmadas con un seudónimo, impiden identificar a Palma públicamente como un escritor militante. Oblig circunstanciaso no, el Palma combativose empequefiece ante el escritor simpático. El tercer registro es el de su propia biografía. Palmasiempreestuvo enmontonerasy revoluciones. alta, se opuso a Castilla, fue senador por L ~ r e t o , ~ ~ apoyó e integró el Partido Demócrata, fue, en suma, un combatiente activo y no só de la pluma, y esto es algo que merece ser resaltado. Existe, pues, una disociación entre el lana político y el Palma escritor. Por su parte GonaálezPrada fue un ho ue puso su palabra (oral y escrita) al serviciode la crítica, siempre ácida, pero siempre n un trasfondo ético que otorgaba dirección a sus e Palma, GonzáBezRada buscó diferenciarse de las pugnas política peruana y, desde su torre de marfil, derruyó todo rincipio de autoridad.Supaso por la política real &e efimero.La éticaweberianade la convicción es6 en él más que la ética de la responsabilidad que caracteriza al político profesional. Por stas razones, se legitimó socialmentegracias a su rudeza al momento de poner en evidencia s nacionales, incluidos sus politicos y las familiasque gobernaronel Peni y de las que él mismo fomaba parte. El lenguajeconciliador estaba exentode su estructurasicol6gica. Además, tenía muy claro que la post-guerra había dejado como tarea una labor de destrucción- reconstrucción del país. Primero demoler, luego edificar. 34 Sánchez, Luis Alberto, Don Ricardo Palma y Lima, Imprenta Torres Aguirre, Lima, 1927 Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.43-44, 2001-2002
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