Fénix 45, 37-49
44 no solo les interesa que los alumnos aprendan a manejar computadoras e Internet, sino que también puedan desarrollar la capacidad de evaluar, de forma crítica, los recursos de información que utilizan. La importancia que los estudiantes de pregrado le asignan a las fuentes de información no académica puede ser, en parte, un producto de lo que se conoce como cultura audiovisual. Las personas inmersas en la cultura audiovisual reciben tantos estímulos textuales y audiovisuales que no les queda mucho tiempo para distinguir cuáles son relevantes y cuáles no, lo importante es nutrirse de la mayor cantidad de estímulos. Esto conlleva a que la respuesta sea menos racional y más emotiva, más ligada a las sensaciones que a procesos cognitivos, como la selección y la atribución. Al final se entra en una lógica en donde «más» significa «mejor», en este caso, es mejor tener muchas citas bibliográficas poco confiables que pocas citas confiables. Para probar si esta hipótesis es cierta sería necesario hacer un estudio en el cual, además de recoger datos sobre las bibliografías de los trabajos monográficos, se le preguntase a los estudiantes qué opinan sobre criterios tales como la veracidad o la confiabilidad de la información con la cual trabajan. Luego, esta información tendría que cruzarse con los datos sobre total de citas, tanto académicas como no académicas. A fin de ver si la división entre citas académicas y no académicas tenía sustento empírico, se analizó la relación existente entre las categorías de clasificación y los criterios de agrupamiento. De acuerdo al coeficiente «r» de Pearson, existe una relación positiva y fuerte entre la categoría «libros» y la variable «citas académicas» (p<,001), mientras que las categorías «diarios», «revistas no académicas» y «webs no académicas» mostraron una relación negativa, aunque bastante débil. En el caso de los diarios, esta relación inversa fue estadísticamente significativa (p<.05). Esto tiene sentido, ya que se trata de categorías que están midiendo la cualidad contraria, de allí el signo negativo del coeficiente «r» de Pearson. Con relación al segundo grupo de categorías, «los diarios», «las revistas» y «las web no académicas» mostraron una relación positiva y fuerte con la variable «citas no académicas». En los tres casos se trató de relaciones estadísticamente significativas (Ver tabla 3). En líneas generales, estos resultados le dan relativa solidez al esquema de clasificación propuesto, especialmente en la dimensión no académica. Sin embargo, es recomendable analizar la validez del esquema con muestras más grandes de bibliografías, a fin de determinar si la débil asociación entre revistas académicas, webs académicas y material de referencia se debe al tamaño de muestra empleado o a alguna otra variable latente. Con el propósito de ver cómo se distribuían los datos en un eje de dos coordenadas se realizó un escalamiento multidimensional (EMD) de los tipos de citas empleadas en las bibliografías. En realidad, el escalamiento multidimensional es un conjunto de métodos empleados para representar las medidas de semejanza o diferencia entre pares de objetos, visualizados como puntos dentro de un espacio multidimensional (Borg y Groenen 1997). Tabla 3: Matriz de correlaciones de los tipos de cita bibliográfica Tipo de documento citado Los asteriscos indican significancia estadística: * p < ,05; ** p<,001 Libros Académica 0,934** 0,195 -0,016 -0,254* -0,149 0,192 No Académica -0,190 0,001 0,708* 0,811* 0,659* -.0,097 Revista académi ca Revista no académi ca Diarios Web no académi ca Material de referencia Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.45, 2008
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx