Fénix 45, 71-80

78 entre el 60% y 65%– propicia la aparición de hongos, y si es muy baja –10%– produce que el papel se encoja y se seque. b. La luz: la ultravioleta deteriora la fibra de papel. Genera además, conjuntamente con la humedad, hidrólisis y hace que se oxiden las moléculas de plata, si no están viradas. Es preferible controlar las diversas fluctuaciones de la luz entre más o menos dos grados. Antes se recomendaba cubrir las colecciones con trapos oscuros o mantenerlas en salones oscuros. Se recomienda evitar colocar las colecciones cerca a una luz de neón y a la luz solar, así como a la luz de tungsteno, porque emite mucho calor. Se sugiere entonces colocar filtros de luz ultravioleta en las emisiones de luz, y de contar con solo cinco fuentes de luz para las exposiciones, se debe evitar la presencia de ozono, pues destroza el peso molecular de los objetos. c . El espacio o almacenamiento: la ubicación espacial es un factor importante, por lo que se necesita saber acerca de la estructura del inmueble donde se alojarán las colecciones fotográficas. De esta forma, en lugares muy altos se da una fuerte inestabilidad en cuanto a la temperatura, que puede ser alta en las mañanas y baja en las noches. Por otro lado, en los sótanos no circula el aire y de haber tuberías se corre el riesgo de una inundación. Asimismo, se debe tener en cuenta la cantidad de luz que ingresa a la colección y, en lo posible, controlarla, por ello no son recomendables las ventanas muy grandes. En nuestro país no existe edificio construido adecuadamente para alojar una colección documental, en la mayoría se trata de estructuras que han sido adaptadas con ese fin. Si el inmueble que podría alojar la colección se encuentra en un ambiente de alta polución (calles o avenidas), se recomienda no ubicarlas. Lo mismo se recomienda si las vibraciones causadas por los medios de transporte producen fricciones entre la placa de vidrio y los sobres que cubren las imagenes fotográficas. El almacenamiento se inicia separando el material de color y b/n, positivos y negativos, y por procesos fotográficos; luego se aislan los materiales deteriorados que puedan afectar a las demás imágenes, como en el caso de las placas rotas, para ser tratados posteriormente. Estos negativos deben ser guardados en un formato hasta de 13 x 18 cm., en forma vertical, en cajas con espaciadores, que deben ser de cartón grueso para mantenerlos firmes y evitar que estén sueltos. El peso total no debe ser mayor de un kilo, es decir, alrededor de cinco placas. Estas se ubicarán en una parte media de las estantería o mueble que esté destinado a guardarlas, las placas de mayor tamaño se deben guardar horizontalmente. En el caso de los negativos flexibles, al no saberse su proceso, deben tener su guarda individual al igual que el resto de los negativos. Los formatos mayores como las panorámicas, de preferencia, deben ponerse enrollados en tubos de plástico y no de PVC, es recomendable colocarlos en hojas de papel tipo tissue, pero esto solo se puede hacer en determinadas condiciones. Por ejemplo, Lima tiene un clima húmedo que permite enrollar las fotografías, pero en el Cusco no es posible hacerlo porque el clima es seco. d. El mobiliario: se suele utilizar estanterías de madera o muebles de metal tipo oficina. Una de las desventajas más evidentes de los muebles de madera es que emanan gases perjudiciales para las colecciones, al tiempo que atraen insectos. Los muebles de metal, por otro lado, se oxidan, además la pintura con la que están cubiertos usa solventes tóxicos y adhesivos muy inestables. Los más recomendables son los muebles de metal horneado, en donde los pigmentos componentes de la pintura son adheridos por Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.45, 2008

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