Fénix 46, 5-10

El artículo 1O del decreto de 23 de junio pasado reorganizando la Bi– blioteca Nacional ordena que ésta editará una Revista de bibliografía, el Bo– letín para dar a conocer todas las novedades de interés que se registren en la marcha del establecimiento y listas clasificadas de publicaciones periódi– cas, de libros y folletos. Después de cuatro números del Boletín, damos hoy comienzo a la Revista, asociándola, por razones obvias, a la Escuela de Bibliotecarios. La aparición de esta publicación de estudios bibliotecarios y disciplinas conexas, corresponde a un momento de inquietud ambiental en el Perú acerca de estos temas. Quiere precisamente nuestra Revista expresar que el mo– derno concepto de la biblioteca pública se está abriendo camino entre noso– tros, a pesar de tremendas pruebas, de contrarios indicios y hasta de posi– bles retrocesos temporales. La batalla en favor de las bibliotecas y, por ende, de la técnica bibliote– caria, tiene múltiple significado. Es una lucha en favor de la concepción de– mocrática de la vida en el más limpio sentido de esta palabra, procurando la divulgación de la cultura, el ofrecimiento de oportunidades para leer a las diversas clases, regiones, edades. Cuán bellas y de qué significación tan permanente son, por eso, las pa– labras del decreto de 8 de febrero de 1822: "El establecimiento de una Bi– blioteca Nacional es uno de los medios más eficaces para poner en circulación los valores intelectuales, y hacer que todos los hombres de todas las edades se comuniquen recíprocamente los secretos que han escudriñado en el fondo de la naturaleza. Mil veces felices los que vean cumplidos nuestros votos!" Igualmente trascendente son las palabras del Protector en el decreto de 14 de setiembre que ordena el estreno de la Biblioteca: "Los días de estreno de los establecimientos de ilustración son tan luctuosos para los tiranos como plausibles a los amantes de la libertad. Ellos establecen en el mundo litera– rio las épocas de los progresos del espíritu, a los que se debe en la mayor parte la conservación de los derechos de los pueblos. La Biblioteca Nacio– nal es una de las obras emprendidas, que prometen más ventajas a la causa americana. Todo hombre que desee saber, puede constituirse gratuitamen– te cuanto ramo y materia !e convenga, con la mayor comodidad y decoro: de– be celebrarse pues la apertura de la Biblioteca Nacional, como el anuncio del progreso de las ciencias y artes en el Perú". Contra este sentido humano de la institución bibliotecaria sólo pueden oponerse la rutina, el egoísmo, o la mezquindad. Porque las bibliotecas no son exclusivamente para los eruditos sino para todos. El local donde fun- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.46, 2017

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