Fénix 46, 63-75

–72– F énix n .° 46 / 2017 adelantándose a las decisiones de la Convención habían realizado una campaña a favor del general Pedro E. Muñiz, fueron sorprendidos por la determinación de postular a José Pardo como candidato oficial de la que muchos de ellos se mostraron inconformes. De las cartas, las que más llaman la atención son las enviadas por Pa- blo de Latorre a Cáceres. En ellas le informa de su trabajo en Cusco para el apoyo de la candidatura de Muñiz. Tras conocer la decisión de elegir a Pardo como candi- dato oficial, Latorre remite una carta manifestando su pesar ante los giros que dio la Convención: Con los acuerdos de la convención, y de directores nos convertimos en ele- mentos dirigibles, otros llevaban la batuta, nos llevaban a la pifia y la rechifla. Y como Ud. fue el ejecutor de la convención, no nos quedaba otra cosa que acatar los acuerdos, aceptar la candidatura del Sr. Pardo, pero no podíamos volver a trabajar para este señor con el mismo desesperado interés que por el general Muñiz. 20 Vemos a un Latorre indignado por las decisiones de la convención. Y, así como él, hubo otros constitucionales consternados al tener que favorecer a un candidato civilista en las elecciones, otros más resignados quedaron en obedecer lo que Cáce- res les indicara. En 1919, último año de la presidencia de José Pardo, se vuelve a las urnas, esta vez el Partido Constitucional apoya a Leguía, quien vence al civilista Ántero Aspíllaga. Las cartas vinculadas a las elecciones presidenciales de ese año evidencian que los constitucionales leales al partido no hacían nada sin la aprobación de su caudillo. Una copia de la carta de Aspíllaga del 15 de junio de 1918, solicita a Enrique Cox, militante constitucional, que lo apoye en su candidatura; este le responde el 25 de julio de 1918, solicitándole que primero coordine con Cáceres para que él pueda decidir si puede apoyar su candidatura. Leguía llega a la presidencia mediante un golpe de Estado en el cual Cáceres estuvo involucrado. El golpe de Estado se dio por temor a que la anulación de votos desfavorezca a Leguía. En ese contexto hay varias cartas de los constitucionales a Cáceres, quejándose del hostigamiento de los partidarios del Partido Civil. Muchas de las misivas contienen el afecto y muestras de cariño de sus correligio- narios por el recuerdo de sus acciones en la guerra contra Chile, la numerosa corres- pondencia que recibe el día de su onomástico y por el ascenso al grado de Mariscal, distinción que recibe de Leguía al poco tiempo de asumir el cargo de presidente. Las últimas cartas que encontramos en el Archivo Cáceres son de 1921. En estas encon- tramos información del Partido Constitucional, trabajos para su reorganización en 20 Cusco, 29 de junio de 1915, Archivo Andrés Avelino Cáceres. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.46, 2017

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