Fénix 46, 87-142
–98– F énix n .° 46 / 2017 ga le manifiesta su interés de ocupar el cacicazgo por ser cuñado del suspendido don Sebastián Quispe Ninavilca, considerando que su pedido es legítimo por el buen desempeño religioso y político que realiza en la doctrina de San Damián. Pone a dios como testigo, por los frutos que han generado su predicación y enseñanza católica, muy distante con el resto de los pueblos de Huarochirí que aún persisten en sus ido- latrías. Los datos que proporciona Choquecasa en la citada correspondencia nos dan indicios para pensar que nos encontramos ante el autor del manuscrito quechua: En lo que se ofreçe es que el portador desta es mi hijo y criado de V.P y va con desseo de vessalle las manos y pies y lleva unos papeles míos para que V.P haziendome gran merced se ocupe a entretenerse por su coriosidad pues en ella ha[lla]rá V.P el muy poquito servicio que he hecho a dios nuestro señor a quien yo confieso y obedesco por muy verdadero dios padre y hijo y espíritu que es un solo [di]os por quien sus santas palabras predico y enseño a los que no saven la lengua general del Cuzco porque es bien menester entre indios que munchos ay viejos y viejas que no lo entienden sino la lengua suya porque esta provinçia tod[os] hablan más de una manera en materna y assi es nessesario enseñar a ellos en nuestra lengua y por este medio munchos dellos están tan enteros en la fe católica y esto a dios pongo por testigo de mis travajos y V.P lo creerá en consideraçión que por quien entienda que los indios de Sant Da- mián son tan buenos chris[tianos] y tienen fama de serlo y de los otros pueblos no tanto se alaban ni muestran eficasmente de serlo esto remédiele dios pues que en su mano estamos. 38 ¿Qué papeles eran estos? No lo sabemos con certeza, hasta el momento solo se ha identificado la relación que escribiera sobre la Semana Santa que celebró junto a su doctrinero Alonso Ortiz de Cervantes en el pueblo de San Damián para abril de 1621. Es interesante leer de la misma pluma de Choquecasa, que era un indio que dominaba la «lengua general del Cuzco», idioma oficial que el tercer Concilio Limense de 1582- 1583 estableció para la evangelización de los pueblos indígenas. En cada línea resalta su apoyo en la predicación y enseñanza de la doctrina cristiana en una provincia donde los indios hablaban «más de una manera en materna». Está claro que Choquecasa no solo sabía hablar y escribir en lengua quechua, también conocía otros idiomas locales que existían en aquella época en Huarochirí. Nuestro personaje debió haber ocupado el oficio de fiscal en su dotrina, acompañando a su doctrinero en los distintos trabajos pastorales, la diversidad lingüística de la provincia hacía necesario contar con su ayu- da. Los datos biográficos que Choquecasa nos ofrece en su carta, concuerda con lo que Gerald Taylor escribiera hace algunos años sobre el autor del manuscrito: 38 BNP. B352. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.46, 2017
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