Fénix 46, 87-142

–94– F énix n .° 46 / 2017 de lo mencionado se expresa en un informe inédito que el padre Pablo Joseph de Arriaga remitió, probablemente en 1619 (ver imágenes en las páginas 129-132), al vi- rrey Francisco de Borja y Aragón, Príncipe de Esquilache, sobre algunas recomendacio- nes que debía considerar para desarraigar las idolatrías en los pueblos indígenas, tema que posteriormente abordará con mayor detalle en su libro La extirpación de la idolatría en el Piru (1621) . Sin bien los biógrafos del padre Arriaga han centrado su preocupa- ción en su obra extirpadora y en el estudio que emprendió de las prácticas religiosas autóctonas; sin embargo, se desconoce su trayectoria como asesor del virrey Príncipe de Esquilache en asuntos religiosos. El padre jesuita despachaba continuamente con Joseph de Cáceres y Ulloa, 31 secretario mayor de cámara, sobre las provisiones que debía expedir el virrey, en muchos casos el mismo Arriaga redactaba y corregía los do- cumentos oficiales. Aunque también se le remitían borradores de provisiones para que lo revisara y le brindase opiniones. Esto sucedió con la provisión que expidiera don Francisco de Borja y Aragón, el 2 de septiembre de 1617, donde ordena a los corregi- dores y autoridades reales dar cumplimiento a la carta edicto del arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero, del 30 de agosto de 1617, para que toda persona que supiese de la persistencia de las idolatrías en las parroquias indígenas hagan publica la denuncia (ver imágenes en las páginas 143-144). 32 En realidad, la citada provisión fue redactado por Joseph de Arriaga, el virrey solo cumplió con estampar su firma, y el secretario mayor de cámara la de legalizarla, demostrando notoriamente la estrecha amistad e influencia política que ejerció en el Gobierno de Esquilache, no por algo el cacique Cristóbal Choquecasa, natural de San Damián de Huarochirí, le solicitó interceder ante el virrey su nombramiento como gobernador del corregimiento de Huarochirí. Lo mismo suce- dió con un edicto de Bartolomé Lobo Guerrero, arzobispo de Lima, expedido el 1 de setiembre de 1617, donde ordena la prohibición de la venta y preparación de la chicha de jora y otras mezclas alcohólicas, pues estás fomentaban las idolatrías en los indios. 33 31 Sobre la trayectoria de Joseph de Cáceres y Ulloa como secretario mayor y de su desempeño político en el Gobierno del Príncipe de Esquilache revisar los interesantes trabajos de Guillermo Lohman Villena, El secretario mayor de gobernación del virreinato del Perú (2005: 471-490); y Eduardo Torres Aran- civia, Corte de Virreyes (2014: 129-150). 32 BNP. B352. Fol. 91-92. En la actualidad dicho manuscrito es el único ejemplar que se custodia en un archivo nacional del Perú. No existe hasta el momento otros originales, el documento presenta cierto grado de deterioro por la acidez de la tinta. Para nuestra buena suerte Carlos Alberto Romero publicó la transcripción en la Revista Inca (1923) y en su Adiciones a la imprenta en Lima (1955). 33 Esta práctica era una costumbre, que el Virrey Francisco de Toledo, intentó desarraigar a mediados del siglo XVI, ordenando que se prohibiese toda comercialización de bebidas alcohólicas a los indios: vino y chicha de jora, y de yuca en los tambos, distritos y otro lugar de su jurisdicción, porque las citadas bebidas fomentaban el incremento de las idolatrías. Años después este asunto será retoma- do nuevamente por el jesuita Pablo José de Arriaga en su libro Extirpación de las idolatrías en el Perú (1621) . Su conocimiento de los rituales y ceremonias andinas, experiencia que supo recoger cuando acompañó como misionero en las visitas de Francisco de Ávila y Fernando de Avendaño, conllevaron Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.46, 2017

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