Fénix 47, 119-134
–120– F énix n ° 47 / 2019 una iconografía que describe el tema o asunto representado en imágenes artísticas reproducidas en la propia revista. MORAL, LARRAÑAGA Y HERNÁNDEZ: EL DESPEGUE DE LAS ARTES GRÁ- FICAS EN EL PERÚ DE 1900: El comienzo de Prisma se remonta a 1904 en la calle Mercaderes del centro de la ciudad de Lima, en un establecimiento fotográfico perteneciente al señor Manuel Mo- ral, ciudadano portugués que llegó al Perú en 1883, a la edad de 18 años, cuando el Perú comenzaba a liberarse de la ocupación chilena. Su llegada a nuestro país tuvo por finalidad buscar un campo para las actividades inquietas de su espíritu emprendedor. Por entonces, en el Callao, conoció al fotógrafo estadounidense William Mason, a quien se le atribuye haber sido su mentor en la fotografía profesional. Si bien tuvo su estudio fotográfico en la calle La Misión en el Callao en 1895, Moral empezó a viajar a las provincias del Perú con un estudio itinerante denominado «Fotografía Lusita- na», marca que creó y bajo la cual realizó su trabajo fotográfico de estudio en forma independiente. Con este nombre recorrió diferentes ciudades peruanas, en busca de nuevos mercados (Garay y Villacorta, 2016, p. 99). Tras recorrer la sierra peruana, se estableció en Lima para luego contraer nupcias con la distinguida hija del político y hombre de letras, Luis S. Hernández, director del diario El País y vocero del Partido Demócrata. Ya convertido en un reconocido fotógrafo por la sociedad limeña, «...hizo construir un estudio muy moderno con fachada ecléctica con notables vitrales art nouveau en la calle Mercaderes» (Cerpa, 2016, p. 26). El lugar contaba con una sala de espera que reunió a los intelectuales de la época para realizar numerosas tertulias. La Casa M. Moral brindó los siguientes servicios: el estudio fotográfico «Fotografía de M. Moral» que tenía la particularidad de realizar tomas en grupo y ampliaciones, acuarelas, retratos al óleo y al pastel; el «Taller de fotograbado» , previsto y en condiciones de producir obras de lo mejor en su género, ofreciendo al público clichés finos para ilustración de arte y para periódicos; y el «Taller de tipografía» , en el cual se imprimían libros (ilustrados o no), folletos, tar- jetas, entre otros, y todo con diversos tipos de papel elaborados por la misma Casa M. Moral. En 1905, Moral conoció al reconocido escritor y crítico de arte Federico Larrañaga quien llegó a Lima tras una larga temporada en Europa. Larrañaga era consciente del in- cipiente estado de la industria del fotograbado en el Perú –en ese entonces, solo era rea- 2 El presente trabajo es fruto del apoyo de la Dirección de Gestión de las Colecciones, de la jefa del Equipo de Procesos Técnicos, Lili Romero Aro, y de los colaboradores Juan Carlos Correa y Sandra Antonio Vera. De igual manera, agradezco a Osmar Gonzales Alvarado, director de Desarrollo de Políticas Bibliotecarias por su apoyo en la asesoría del presente trabajo. Además, merecen mención Jorge Mateo y Jason Mori, personal de la Dirección de Acceso y Promoción de la información (DAPI). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019
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