Fénix 47, 119-134
–123– B iblioteca nacional del perú 16 soles al año en el extranjero. Todas las entregas fueron realizadas a domicilio. Por otro lado, la revista admitió publicidad pagada de artes, modas, profesiones liberales, etc. El 1 de octubre de 1905, Prisma rindió homenaje póstumo al ilustre intelectual Francisco García Calderón Landa —jurista, militar, político, diplomático y presiden- te del Perú durante un breve periodo en 1881, durante la ocupación chilena—, quien dejó de existir el 21 de setiembre de ese año. La muerte de este destacado pensador influyó tanto en la sociedad limeña que el Poder Ejecutivo, conjuntamente con el Congreso de la República, declaró duelo nacional en su funeral. Las exequias se realizaron en la iglesia de Santo Domingo, en la casa mortuoria, y en el Cementerio General. Prisma dio a conocer que el día del traslado de sus restos por las calles de Lima, se observó a una sociedad limeña acongojada, compacta y respetuosa, y que durante el recorrido hubo un gran número de ofrendas a su memoria en forma de coronas y cruces de flores. Por otro lado, la dirección de Prisma consideró como pro- pio el duelo porque uno de sus hijos, Francisco García Calderón Rey, compartió la labor de periodista en la propia revista. El 16 de noviembre de ese mismo año, Prisma anunci ó a su público lector que dedicaría una edición especial extraordinaria a las celebraciones que realizarían el gobierno, la Municipalidad de Lima, los centros sociales y los colegios para solem- nizar la inauguración del monumento al héroe del Morro de Arica, Francisco Bo- lognesi. A este acontecimiento llegaría, desde Buenos Aires, el general Roque Sáenz Peña en unión de su esposa e hija, para presenciar el homenaje a quien fue su jefe y compañero de gloria y sacrificio en la épica jornada. Para este número extraordinario, Prisma conformó una comisión, dirigida y patrocinada por don Ricardo Palma, y compuesta por los siguientes intelectuales: Javier Prado y Ugarteche, Federico Elguera, Carlos Wiesse, Carlos G. Amézaga, Luis Ulloa y Francisco García Calderón Rey. En este marco trascendental que vivía la ciudad de Lima, el Partido Liberal de Arequipa encargó a Ricardo Palma realizar un homenaje al general Roque Sáenz Peña; el tradicionista lo realizó de una manera sencilla pero muy significativa. El 2 de diciembre se reunieron en las instalaciones de la Biblioteca Nacional cuarenta personas, todas ellas distinguidas por la sociedad limeña, para esperar al huésped de honor. El general se presentó acompañado de su ayudante, el capitán Gómez, de Jacinto García, secretario de la delegación argentina, y Nicolás Corpancho. Después de los saludos y presenta- ciones de estilo, el señor don Ricardo Palma abrió la actuación con un discurso en honor a su llegada, palabras a las que siguió el emotivo discurso del general argentino. Al culminar la ceremonia, el director de la Biblioteca Nacional invitó al general Sáenz Peña a visitar los salones de la institución y, seguidamente, el tradi- cionista llevó a sus invitados a su domicilio, ubicado en los altos de la biblioteca, para realizar un brindis. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019
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