Fénix 47, 31-46

–37– B iblioteca nacional del perú planta del salón Europa de la biblioteca, llegando a confeccionar más de doce mil fi- chas catalográficas de libros extranjeros principalmente (Biblioteca Nacional del Perú, 1919a, p. 36). Sin embargo, respecto al tema del catálogo, parece que su elaboración no estuvo exenta de dificultades. Por ejemplo, al conservador más antiguo de la biblioteca, Car- los Romero, «le interesaba que no hubiera catálogo de la Biblioteca, pues, así man- tendría su prestigio de ser él, nada menos, que el ‘catálogo vivo’ de la institución» (Sánchez, 1969, tomo I, p. 156). Por otro lado, llama la atención la política de adquisiciones seguida por Deus- tua para incrementar las colecciones. Si revisamos los listados de las obras extran- jeras recibidas en la biblioteca en el mes de marzo de 1919, notamos la presencia de textos que tratan temas altamente especializados. Por ejemplo, llegaron tres ediciones de una obra del sinólogo Wilhelm Schott (1807-1889) bajo el título: Altaische studien order untersuchungen auf dem gaviete der tatarischen Sprachen (1870). Sin duda, la política institucional estuvo marcada por adquirir bibliografía sobre estudios de lenguas orientales y, en general, acerca de la cultura de esta lejana región del mundo. Recordemos que en la segunda mitad del siglo XIX e inicios del XX, las inves- tigaciones arqueológicas hicieron posible el descubrimiento de valiosos tesoros de la cultura Caldeo-Asiria, por ejemplo, así como de la ciudad bíblica de Babilonia. Es entendible, por tanto, que en este periodo se publicaran estudios relacionados con estos hallazgos, los cuales captaron el interés del director y sus colaboradores, implementando así una colección extranjera con material muy actualizado para su época. Destacan los trabajos acerca de la gramática china y asiria, filología arábiga y hebrea, religión e historia babilónica, magia caldea, exploraciones en el valle del río Éufrates, escritura cuneiforme, numismática china, entre otros temas (Biblioteca Nacional del Perú, 1919, pp. 17-31). A finales de la gestión de Deustua, alrededor del año 1927, hubo un incremen- to en las remesas de libros chilenos a la biblioteca (Sánchez, 1969, tomo I, p. 246). Pero fue a partir del año 1928 que la política de canje entre ambos países se inten- sificó. Los ejemplares eran ediciones de las principales casas editoriales chilenas tales como Nascimento. Este intercambio bibliográfico se dio en el contexto de una política de amistad entre el hermano país del sur y el Perú, que se fue consoli- dando durante los últimos años del segundo gobierno de Augusto B. Leguía (1919- 1930). Cabe señalar que no solo arribaron textos chilenos sino también personas de dicho país vinculadas al libro peruano en particular y al hispanoamericano en general, como José Toribio Medina. A pesar de que la llegada de este bibliógrafo se dio cuando Deustua ya no ejercía la dirección de la biblioteca, hacemos mención de este acontecimiento por el impacto que tuvo en la intelectualidad limeña (Sán- chez, 1969, tomo I, pp. 250-252). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019

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