Fénix 47, 85-105

–101– B iblioteca nacional del perú dían representar la peruanidad de las tres regiones naturales; el primero, un muchacho rubio de la costa, el segundo, un niño andino con una vestimenta característica que in- cluía el chullo y las ojotas, y el tercero era un infante de la selva presentado con el cabello largo, el torso desnudo y vestido con un taparrabo. El trío de personajes era acompañado por su amiga Chelita, su perrito Sulky y el padre Anselmo, y mostraban aventuras como aquella de 1955 en la que rescataban un tesoro inca perdido. El perfil de las historietas era lo que el público infantil consumía: aventuras, héroes y ficción, temas que como afirma Lyons, captaban la imaginación infantil y poseían un final feliz y moralizante (2006, p. 495), muy diferentes a las viñetas satíricas de Última Hora, dirigidas sobre todo a un público adulto. A su vez, los trazos, los personajes y las temáticas estaban orientadas a una lectura más básica, en la que había ausencia del doble sentido (como en «Sampietri», «Serrucho» o «Chabuca») y nula referencia políti- ca; sin embargo, Avanzada no vetaba cierto tipo de lenguaje realista de los personajes antagonistas. Así, en estas historietas infantiles bien podía incluirse lenguaje procaz, maltrato y violencia expresa. Por otro lado, Avanzada fue más allá de las historietas y publicó secciones de «¿Sabías…?», donde se desarrollaban temas variados sobre cultura, historia y geografía; se incluían pequeños catecismos para que los niños aprendieran sus primeras oraciones; se publicaban infografías con las fechas más recordadas del mes como herramienta para las tareas escolares; se incluyeron mapas políticos del país y artículos sobre los departamentos nacionales, etc. También estaba la sección de «Vi- das ejemplares», que publicaba las biografías de personajes como Francisco Bolognesi. Y como parte de su misión evangelizadora, se incluyó «Para que ores…», una columna que mostraba la dificultad de los cristianos en regiones hostiles como la India o China, donde el peligro del budismo o el comunismo acosaba a la «verdadera religión» por- que, como el diario anunciaba, «la niñez cristiana ayuda a la niñez pagana». La revista, a su vez, abundaba en ejercicios dinámicos para niños, y publicaba con frecuencia los dibujos que los lectores infantiles hacían de sus personajes favoritos en la sección «Dibujos de la gente menuda». El hecho que la revista haya durado tanto tiempo informa mucho de su lectura, popularidad, difusión y éxito. REFLEXIÓN FINAL ¿Qué leían los limeños a mediados del siglo XX? Los lectores de aquella época es- taban inclinados, sobre todo, al consumo de historietas. Los diversos debates sobre la importación de cómics en el Perú demuestran que el consumo de estos artefactos cul- turales estaba muy difundido. Los mismos libreros, quiosqueros y personas en general reconocían que el limeño de la época leía, sobre todo, tiras cómicas o «chistes». Los diarios, reconociendo la importancia de este medio de masas, publicaron constantes historietas en sus páginas, favoreciendo, especialmente, a las nacionales, pues podían generar un grado mayor de empatía entre el público maduro que las internacionales, que parecían ser de gusto de un público más joven. Las historietas como elementos de Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019

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