Fénix 47, 85-105

–86– F énix n ° 47 / 2019 llevar a pensar que algunos autores y sus novelas eran populares durante el tiempo en que las escribieron cuando no necesariamente fue así y al mismo tiempo, nos lleva a omitir que hubo una producción escrita y gráfica muy difundida y popular que revela los gustos e inclinaciones de los limeños lectores de mediados del siglo XX. Darnton (2003) señala que la literatura ya ha dejado de verse como una sucesión de grandes títulos y grandes hombres. Tampoco se trata de un corpus de textos; es una actividad dinámica entre lectores y símbolos impresos (p. 432). Mornet y Darnton se pregunta- ban retóricamente si todos los franceses leían a Rousseau antes de la Revolución Fran- cesa. Una interrogante similar puede valer para nuestro estudio si nos preguntamos si todos los limeños leían a nuestros grandes literatos. Si en la Francia prerrevolucionaria se leían novelas del marqués de Sade, ficción, aventuras y obras eróticas, en la Lima de mediados del siglo XX, entre otras cosas, se leían muchas tiras cómicas, tanto las importadas desde México, Argentina o Chile, como las nacionales publicadas en los diarios capitalinos. En este artículo trataremos de brindar nociones para comprender parte de la expe- riencia de la lectura en la Lima del siglo pasado a partir del consumo de las historie- tas y tiras cómicas, enfocándonos en tres casos: la tira cómica «Pachochín» de Carlos Roose Silva, publicada en La Tribuna entre 1947 y 1948; las tiras cómicas «Sampietri», «Serrucho», «Chabuca», «Boquellanta» entre otras, publicadas en Última Hora entre 1950 y 1974, y Avanzada, una publicación dirigida a un público infantil, editada entre 1953 y 1968. Si bien muchas de estas tiras cómicas exceden el marco temporal de esta investigación, pues se siguieron publicando después de 1956, hemos escogido ese año como un límite arbitrario, ya que hasta esa fecha tenemos evidencias concretas y recu- rrentes del gusto de los lectores limeños por las historietas. En esta investigación se han analizado todas las tiras cómicas de «Pachochín» en La Tribuna, cuya colección completa está custodiada por el Instituto Riva-Agüero; las tiras cómicas de Última Hora entre 1950 y 1960, cuya colección completa se encuentra en la Biblioteca Nacional del Perú; y solo se ha podido consultar el tomo anual de Avanzada correspondiente al año 1955 ya que, como suele suceder con las revistas de historietas, estas no se encuentran en ningún repositorio, y se tuvo que recurrir a anticuarios y reven- dedores para acceder a esta fuente. Esta situación también demuestra la poca atención y escaso interés de la comunidad académica por las historietas y tiras cómicas, manifestada en el hecho que, pocas veces, han sido estudiadas desde una perspectiva histórica. 2 La poca atención de los historiadores por las historietas y tiras cómicas como fuen- tes y objeto de estudio es gratuita puesto que la relación entre imagen y texto que se articula en estos productos culturales desempeña un papel fundamental, pues reúne información y permite la memorización (Chartier y Hébrad, 1994, p. 420). Además, la 2 Las pocas referencias corresponden a los trabajos de Ramón Mujica (2006), Isabelle Tauzin (2013), y las recientes investigaciones de Silva (2016), Llosa (2016) y Rivera (2018). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019

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