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–87– B iblioteca nacional del perú facilidad que tiene la imagen para transmitirse, circular y contener varios significados, la convierten en una de las fuentes más eficaces a la hora de transmitir opiniones, discur- sos y estereotipos, en tanto las historietas reproducen imágenes con signos de realidad y no son enteramente ficticias, sino que remiten a otra realidad, transmiten los sentires y prejuicios del dibujante y del grupo social al que pertenece (Barbieri, 1993, pp. 24-25). HISTORIETAS, « CHISTES » Y LECTORES LIMEÑOS En noviembre de 1952, el popular diario Última Hora , vespertino de La Prensa, realizó una encuesta llamada « Qué prefieren Uds. leer en los periódicos » , publicada en la sección «Dice la calle», espacio que, a partir de una pregunta central, buscaba las opiniones de transeúntes a lo largo de varios días. Por lo general, se preguntaba sobre asuntos económicos, políticos o culturales. Se podía opinar sobre los problemas de la ciudad y también de los concursos de belleza. Este tipo de encuestas nos acercan a lo que pensaba buena parte de los limeños de la época de diversa condición socioeco- nómica, pues amas de casa, obreros, estudiantes, profesionales, banqueros, choferes, empleados públicos o administradores podían ser entrevistados. Entre las opiniones se encontró que unos preferían leer los deportes; otros, los policiales, y muchos se divertían con columnas de renombrados periodistas de la época como Lucho Loli o Guido Monteverde. La encuesta fue respondida sobre todo por aquellos que veían en los diarios vespertinos una distracción de la agitada jornada de trabajo; esto se debe a que la lectura era percibida como un ocio y una huida del ritmo de vida profesional (Bahloul, 2002, p. 84). Es por ello que se prefería leer diarios, pues el ciudadano estaba incluido en el sistema cíclico de aparición de periódicos y revistas. Por el contrario, el acto de leer libros demandaba tiempo y ambientes especiales; por lo mismo, se tenía la sensación de que había pocos lectores. Las mujeres se orientaban por las secciones consideradas « femeninas » como las «Cartas del Corazón» y los «tips femeniles», y un público especializado buscaba en los diarios información sobre su oficio. La encuesta recogió la opinión de 195 personas; la mayoría declaró interés por los deportes, poli- ciales, amenidades, y un gran número confesó que los chistes eran lo suyo. 3 « Chiste » era, en la época, el argot limeño que se empleaba para referirse a las his- torietas o tiras cómicas que, desde décadas atrás, se habían convertido en un elemento importante en la prensa limeña, y habían cosechado una gran cantidad de lectores de todas las edades. Mientras el público juvenil prefería las historietas de ficción y aven- turas como las de «Superman» , publicadas en La Crónica, o las que aparecían en las revistas importadas, el público maduro se inclinaba por las tiras cómicas nacionales, aquellas que jugaban con el doble sentido, incluían sátiras sociales y políticas y reco- gían las vicisitudes cotidianas con las que el lector podía sentir algún tipo de identifi- cación y empatía. Pero lo cierto es que ambos públicos disfrutaban con la lectura de 3 Última Hora , 17 de noviembre de 1952. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019
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