Fénix 47, 9-29

–18– F énix n ° 47 / 2019 FIN DE LA GUERRA E INICIOS DE LA RECUPERACIÓN La guerra llegó a su fin con la firma del Tratado de Ancón en octubre de 1883; las fuerzas de Lynch se retiraron de la capital, que fue ocupada por las de Iglesias. Las palabras de Odriozola sobre la Biblioteca Nacional del Perú tras la ocupación fueron: La Biblioteca de Lima que fue hace tres años, no solo la mejor de Sud-América, sino que se encontraba a la altura de muchas de las principales de Europa por la importancia de las obras que la formaban y, más que todo, por el mérito indiscu- tible de los preciosos y raros manuscritos que componían la colección de inéditos, ha desaparecido casi por completo, pues de los cincuenta mil volúmenes impre- sos que existían en ella, no llegan a un mil los que aún quedan esparcidos por los cinco salones que ocupaban. De los manuscritos, entre los que había no pocos de los siglos XV y XVI, no se encuentra hoy uno solo, como tampoco ninguno de los mapas de la colección geográfica (Durand, 1972, pp. 36-37). El 2 de noviembre de 1883, Miguel Iglesias firmó el decreto de organización (reor- ganización en realidad) de la Biblioteca y Archivo Nacional y designó a Palma como director (Valderrama, 1971, p. 10). La impresión de Palma al asumir el cargo fue de- vastadora: Biblioteca no existe; pues, de los cincuenta y seis mil volúmenes que ella contu- vo, solo he encontrado setecientos treinta y ocho, en su mayor parte de obras en latín, y aun estas truncas. De la rica sección de manuscritos queda únicamente el recuerdo (Durand, 1972, pp. 40-41). De esta manera, Palma inició su gestión y campaña de reconstruir la Biblioteca Nacional del Perú, recuperando libros saqueados, buscando donaciones y haciendo colectas para adquirir otros. Resulta necesario precisar que el primer ejemplar recobrado del que tenemos registro es un libro recuperado por Palma en el mismo conflicto, se trata del Opus pulcherrimuz chiromantiae , un tratado de quiromancia impreso en Venecia en 1499. Indica Palma en una anotación manuscrita dejada en la portada, que lo recobró en 1881 y que había formado parte de la colección de obras donadas por José de San Martín (Palma, 1884, p. 5). Este dato, sin embargo, ha generado debate debido a que el título no aparece en el listado de libros que San Martín donó al Perú. El listado fue publicado por José Pacífico Otero en 1932 y reproducido por José Agustín de la Puente Candamo en 1974. El original de este listado se encuentra en el Archivo San Martín del Museo Mitre, Caja N.° 71, y ha permitido precisar que el Opus … no se encontraba en la primigenia donación. Otero señala que hubo una selección de sus Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019

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