Fénix 47, 9-29
–24– F énix n ° 47 / 2019 obras con un verdadero significado nacional, incluso fundacional. Por ejemplo, en la Biblioteca Nacional del Perú hasta antes de 2007, solo se contaba con dos ejemplares de la Colección San Martín: el polémico Opus pulcherrimuz y Agricultura general que trata de la labranza del campo… de Alonso de Herrera, publicado en Madrid en 1777. Este ejemplar fue adquirido por Nicanor Silva Santisteban —como lo evidencia el registro de su nombre y año en la página 494—, un coleccionista de la segunda mitad del s. XIX. Con la devolución retornaron 17 títulos más en 47 volúmenes, todas obras en francés sobre literatura, historia y viajeros; sin embargo, el análisis material de otros ejemplares podría darnos pistas sobre más ejemplares de San Martín en esta remesa de libros. En el año 2013, estos libros, más los otros dos que ya se tenían en Lima, fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación y se expusieron en Buenos Aires, por gestiones de la Embajada del Perú en Argentina. Otras obras de suma importancia que retornaron son las ediciones del impresor más importante de España en el siglo XIX, Joaquín Ibarra: la Flora española o historia de las plantas que se crían en España en 6 tomos (1762-1768); Viage de España en que se da noticia de las cosas mas apreciables… en 11 tomos (1776-1781); 8 de los 10 tomos de los Elementos de matemática de Benito Bails publicados entre 1775 y 1781. Además de un ejemplar que destaca por ser considerado la obra cumbre de la empresa editorial del Siglo de Oro español, el conocido como Salustio de Ibarra , una edición de lujo que contó con la traducción del infante Gabriel de Borbón, con innumerables detalles tipográficos, pero que además nos da pistas sobre su recorrido; una etiqueta indica que se vendió en Cádiz en la librería de Hortal y Compañía, plazuela de San Agustín, luego que de alguna manera llegó al Perú y perteneció a Manuel Gorbea, asesor de Tarma, quien finalmente lo vendió a Pedro José Carrillo. Cuenta en su portada con los sellos de la Biblioteca Nacional del Perú del año 1836, lo que es mencionado por Palma en su memoria de 1884; además, lleva la etiqueta de la Biblioteca Nacional de Chile y su ubicación topográfica, para finalmente retornar al Perú. Figura 3: Etiqueta topo- gráfica de los libros de la Biblioteca Pública de Lima saqueados y reubicados en la Biblio- teca Nacional de Chile. Contratapa del ejemplar Salustio de Ibarra . Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019
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