Fénix 47, 9-29
–13– B iblioteca nacional del perú virianas y aun de las llamadas ad usum delphini ». 5 Obras de la filosofía de Platón, Aris- tóteles, Bacon, Descartes, Leibniz, Newton y Kant. De la historia, Josefo, Herodoto, Tucídides, Plutarco, Jenofonte, Tácito, Suetonio y Salustio. Una gran colección de crónicas de Indias que incluía las de Herrera, Bernal Díaz, Cieza de León, el padre Acosta, López de Gómara, Garcilaso, el Palentino, la crónica agustina de fray Teodoro de Vásquez, la historia de Chile de Pedro Figueroa y Córdova, así como la de Basilio de Rojas. También se contaba con obras de Rivero y Tschudi, Squier, Uricoechea, War- den y Brasseur de Bourbourg. En geografía y viajeros, se podían consultar las obras de Estrabón, Pomponio, Pinkerton, Coleti, Alcedo, Spilberg, Drake, Dampiere, North, Ulloa, Frezier, Feuillet, Malespina y La Condamine. Sobre historia natural, se contaba con obras de Buffon, Humboldt, Bompland, Ruiz y Pavón, así como con las «Floras del Janeiro», haciendo referencia al título co- nocido como Florae fluminense , un tratado sobre la flora brasileira elaborado por el naturalista fray José Mariano da Conceição Velloso entre 1742 y 1811 que incluye 1639 descripciones de plantas compiladas en once volúmenes. Los grabados fueron hechos en la oficina Senelfelder por el litógrafo J. Knech, sucesor de A. Senelfelder, quien fue el descubridor del arte litográfico. La impresión de las láminas fue iniciada en 1827 y duró cuatro años y cuatro meses en concluirse (Borgmeier, 1937). Esta obra al salir de imprenta era ya una rareza debido a que su producción sufrió muchas dificultades, al tratarse de un pedido del emperador Pedro I, quien consideraba que una obra de esa envergadura realzaría su gloria y la del imperio, por lo que ordenó que se imprimiese en la Tipografía Nacional, mientras que mandó a hacer las estampas en el taller lito- gráfico más importante de Francia, el de Senelfelder. Este trabajo costó más de dos millones de francos; sin embargo, en 1831, en plena producción, el emperador fue expulsado de Brasil y el nuevo gobierno mandó suspender la impresión negándose a pagar el pedido. El impresor ganó un proceso judicial por lo que pudo terminar la im- presión de 3 mil ejemplares de 11 volúmenes cada uno, pero solo logró distribuir 100 ejemplares entre los libreros, remitiéndose 500 ejemplares a Brasil. Según Borgmeier, los ejemplares que llegaron al Brasil sufrieron muchas pérdidas debido al descuido de las oficinas gubernamentales, lo que contribuye a considerarla una rareza bibliográfica. El conocido Salón América contaba en sus estantes con obras de León Pinelo, Vi- llarroel, Peralta y Barnuevo, Pablo de Olavide, Berriozábal, Juan de Caviedes, Cosme Bueno, Larriva, Pardo, Segura, entre otros. Se contaba también con una importante 5 El uso de la fórmula latina ad usum dephini hace referencia a la inscripción que llevaba una colec- ción de 64 libros publicados entre 1670 y 1698, destinados para la educación del delfín. Entre ellos podíamos encontrar obras censuradas como las de Homero, Aristófanes, Ovidio, llegando incluso hasta autores como Racine, además de incluirse el Nuevo Testamento. Ver Munari, S. (2013). La Collezione ad usum Delphini di Huet e Montausier. En C. Esteve (ed.). Implicazioni storiche di una formula censoria (pp. 263-282). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019
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