Fénix 47, 9-29

–16– F énix n .° 47 / 2018 rior al descubrimiento de la imprenta, y que como V.E. sabe son de inestimable valor; obras rarísimas hoy, esencialmente en los ramos de historia y literatura; las curiosísimas producciones de casi todos las crónicas de la América española; y libros regalados por los gobiernos extranjeros, entre los que figuraba el de V.E con no despreciable continjente. 11 Palma, con el cargo de subdirector, inició gestiones con el alcalde de Lima Rufino Torrico y con el ministro de Francia para impedir que las tropas chilenas concretasen el saqueo de los libros y manuscritos que custodiaba la biblioteca limeña. Lamentable- mente sus esfuerzos fueron estériles, no recibió el apoyo ni siquiera de Manuel María Bravo, director del Archivo Nacional, quien se opuso a presentar una carta de protesta, tal como lo hiciera Manuel de Odriozola. El coronel Lagos se constituyó un día en la biblioteca, pidió a Odriozola las lla- ves, y desde ese día se principio (sic) a encajonar libros, tarea que hasta hoy con- tinúa. Más de la tercera parte de las obras están ya afuera del establecimiento. 12 Al asumir Lynch el gobierno de la capital peruana, a mediados de mayo de 1881, se encontró con que muchos bienes del Estado peruano ya habían sido remitidos a Chile por particulares. De igual forma, uno de los informantes de Piérola, que utilizó el seudó- nimo de Chaicuchima, le comunicó antes de la invasión —en diciembre de 1880, y en medio de los preparativos para el desembarco del ejército chileno— que el coronel Amu- nátegui pidió permiso al general Villagrán para «robarse» de la ilustre matriz un busto de san Gerónimo y un cuadro, y agregó: «que de Lima, debía llevarse dentro de varias cosas curiosas el techo del senado…», a lo que el general respondió con una negativa. 13 Las órdenes llegadas de Santiago tenían instrucciones precisas para remitir todo lo útil, como los bienes de la Imprenta del Estado, lo que Lynch cumplió, percatándose que esta ya había sido saqueada sin poder castigar a los responsables (Guibovich, 2009, p. 88). Otro testimonio es el del reconocido historiador Mariano Felipe Paz Soldán, quien recordó años después el saqueo que perpetraron las autoridades chilenas contra el patrimonio documental y bibliográfico de la Biblioteca Nacional del Perú: Se cargaban en público carros, con toda clase de libros, que se llevaban a casa de los chilenos y de allí, después de escoger lo que les convenía, el resto lo vendían 11 Carta de Manuel de Odriozola al ministro Mr. Christiancy de EE.UU . en el Perú. Lima, 10 de marzo de 1881. Biblioteca Nacional del Perú. Archivo Piérola. Código: 500000830. 12 Carta de Ricardo Palma a Nicolás de Piérola. Lima, 5 de abril de 1881. Biblioteca Nacional del Perú. Archivo Piérola. Código: 500000830. 13 Carta de Chalcuhima a Piérola, 13 de diciembre de 1880. BNP: 5000000637. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.47, 2019

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