Fénix 48, 101-126
120 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 Se distinguen en la ilustración, las instituciones públicas de las privadas; así como su carácter regulador, intermediador (redes) y poseedor de fondos documen- tales. La primera institución mencionada es el Gobierno central, que participa acti- vamente de los espacios internacionales de diálogo y acción, ya sea al adoptar re- comendaciones o al legislar en coordinación directa con el Ministerio de Cultura, quien para el tema cultural documental ejerce sus acciones mediante la BNP y el AGN. Cuenta además el ministerio con oficinas en cada una de las regiones del país denominadas órganos desconcentrados de cultura. La BNP, fundada en 1821 —año de la independencia nacional—, se erigió como la principal institución custodia del patrimonio documental, y, luego, décadas después, en 1861, el material archivístico encontró su espacio con la creación del AGN. Aun cuando ambas instituciones se erigieron tempranamente en la región, sus regulaciones tomaron fuerza solo en las últimas décadas, tras la creación del Ministerio de Cultura (2010) y la consecuente instauración de los sistemas nacio- nales —de bibliotecas y archivos—, como son el Sistema Nacional de Bibliotecas (SNB) y el Sistema Nacional de Archivos (SNA), que ejercen la vinculación de los entes rectores con bibliotecas y archivos regionales y locales. El SNB, creado mediante Ley 30034 en 2013, se erige como la institución que propicia la integración y organización de las bibliotecas en el Perú. Para tal fin, se crean centros coordinadores regionales que gestionen acciones con las bibliotecas públicas de los Gobiernos regionales, municipales, distritales, así como de los demás organismos públicos. Lamentablemente, las acciones del SNB no tuvieron la fuerza necesaria para convertirse en un espacio movilizador de gestión cultural. Se mantuvo inactivo durante mucho tiempo y, en abril del 2018, se reactivó pro- piciando el gran censo-registro de las bibliotecas a nivel nacional. El SNA, se creó mediante Ley 25323 en 1991, lo conforman los archivos regionales, públicos, no- tariales, arzobispales y obispales. A la fecha, se han realizado dos censos nacionales de archivos, el último fue en 2014. Un espacio aparte lo tienen aquellas instituciones privadas que intervienen en el tema patrimonial. En primer lugar, los archivos eclesiásticos guardan ingentes fondos documentales de gran importancia, pero lamentablemente aún no han sido debidamente estudiados ni mucho menos catalogados. También se encuen- tran aquellos fondos documentales de personas particulares que, por temas de herencia o afición coleccionista, contienen fondos documentales de interés social. Las universidades públicas o privadas son también importantes en el análisis institucional, pues contienen fondos documentales valiosos producto de dona- ciones de académicos, así como de colecciones particulares que son un aporte fundamental al patrimonio cultural documental de la nación; además, juegan un rol fundamental en la gestión de la cultura, pues no son solo poseedoras de pa- Institucionalidad y agentes sociales en el patrimonio cultural documental peruano. Reflexiones desde la gestión cultural y el marco internacional
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