Fénix 48, 129-147
144 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 En el ejercicio de sus funciones, PROMOLIBRO presentó en el 2006 una versión preliminar del Plan Nacional del Libro y la Lectura, proyecto también postergado des- de los años 80; por falta de voluntad política e infortunios del cambio de Gobierno presidencial nunca pudo ser aprobado ni puesto en ejecución. No obstante, esto no desmotivaría a sus funcionarios, puesto que continuarían fomentando hábitos lecto- res en el país mediante los programas de lectura en bibliotecas comunales, escuelas, parques, ferias, entre otros. Otra prueba del esfuerzo de PROMOLIBRO por fomentar la práctica lectora en todos los ciudadanos, fue la instalación de El Mundo de la Lectura en pleno centro de la capital y dentro de la estación de trenes Desamparados. Este espacio abriría sus puertas en tres ediciones para el desarrollo de actividades lectoras y artísticas; presen- taciones de exposiciones gráficas, capacitaciones a docentes, bibliotecarios, padres de familia y todo público interesado; entre otros dinamismos del compartir lector y lite- rario. Sin embargo, en su tercera apertura, como lo comenta el secretario ejecutivo de PROMOLIBRO en su libro Leer en el Perú: Desafío y realidad (Yepes, 2017), se centrarían en reforzar los lineamientos del Plan Lector. El Plan Lector, ejecutado desde el 2006 por la Resolución N.° 0386-2006 del Ministerio de Educación, dirigió sus acciones hacia la promoción de lectura en las escuelas. Así se puede leer en las normas que la apoyan y en donde se plantea como objetivo: promover, organizar y orientar la lectura en los estudiantes de las escuelas de Educación Básica Regular. En Educación Secundaria consiste en la selección de 12 títulos que estu- diantes y profesores, deben leer durante el año, a razón de uno por mes. En Educación Inicial y Educación Primaria la cantidad de textos se define por las oportunidades de lectura que se fomenten y por la variedad de títulos que se ofrecen en función de las características, necesidades, intereses y desarrollo madurativo de los niños y niñas (p. 2). Tres años más tarde, El Mundo de la Lectura, espacio que suscitó encuentros para el desarrollo de hábitos lectores en el país, dio lugar en el 2009 a la instalación de un proyecto cultural y a la vez turístico denominado la Casa de la Literatura Peruana, que, como comenta Yepes (2017), pasó de ser un ambiente que recibía al público excluido de la cultura letrada y que ahora buscaba por su propia motivación y medios acercarse a ella, a ser un local dedicado a rendir homenaje a los difusores de la literatura, cultura y lengua castellana en el Perú. Así, esta institución también promueve el placer de la lectura a tra- vés de sus salas de lectura, exposiciones literarias, charlas, talleres, piezas teatrales y tantas otras actividades culturales, que escapa del rótulo de ser visto solo como un museo. Al año siguiente, con la creación del Ministerio de Cultura, en julio del 2010, se descentralizó las labores de la promoción lectora del Ministerio de Educación; con ello, PROMOLIBRO pasó a ser parte de este nuevo ministerio. Sin embargo, en vez de dotar de mayores recursos a este consejo, el traslado terminó por debilitar sus acciones debido Aproximaciones a la historia del libro y la lectura en el Perú
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