Fénix 48, 149-159

150 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 Introducción A principios del siglo XIX, en las colonias españolas, se iniciaron, casi simultánea- mente, los movimientos independentistas. Cuando Francia invadió España en 1808 provocó una gran crisis de vacío de poder, que impulsó los procesos emancipadores en América. Entre 1809 y 1810, se iniciaron las guerras de los patriotas contra los realistas. Pero, en 1814, Fernando VII recuperó el trono de España y restauró el poder realista sobre América. Sin embargo, el ansia emancipadora ya había dejado focos en- cendidos. En este periodo histórico, en el territorio que posteriormente se conocerá como Sudamérica, sobresalen las figuras de Simón Bolívar en el norte y José de San Martín en el sur, personajes que se identifican como los principales focos emancipa- dores de la región. Entre 1815 y 1825, van a producirse las grandes batallas indepen- dentistas: Maipú 1818, Chile; Boyacá 1819 y Carabobo 1821, Colombia; Ayacucho 1824, Perú; las mismas que van a significar el fin del dominio de la Corona española, específicamente esta última va a significar la derrota definitiva del dominio español en América hispana. Para 1825, la mayoría de los países de la región se declararon independientes del régimen colonial español (salvo Cuba y Puerto Rico). Entre los años 2009 y 2011, varios países Latinoamericanos conmemoraron los dos- cientos años del inicio de los procesos de emancipación. Para el desarrollo de este ar- tículo, nos concentraremos en los países Sudamericanos: en 2009, Ecuador y Bolivia; en 2010, Venezuela, Argentina, Colombia y Chile; finalmente, en 2011, Uruguay y Pa- raguay. En todos los casos, aunque en diversa magnitud, las celebraciones significaron inversión de recursos económicos y humanos. Las acciones estuvieron repartidas prin- cipalmente en eventos cívicos, históricos y culturales. Sin embargo, los documentos, críticas o análisis que se han podido encontrar sobre este evento histórico revelan que el hecho ha pasado «sin pena ni gloria». Según Carlos Malamud (2011), este evento no ha gozado de la relevancia esperada debido a cinco razones principales: (1) un exceso de nacionalismo que impidió el desarrollo de cualquier propuesta de ám- bito subregional [ ... ] (2) las grandes diferencias políticas presentes en la región, visibles en el intento del proyecto ALBA (Alianza bolivariana de los pueblos de nuestra Amé- rica) de convertir en hegemónicos sus puntos de vista, que incidieron directamente en algunas instancias de coordinación, como el Grupo Bicentenario; (3) una politización excesiva de las celebraciones, especialmente visible en los casos de Bolivia, Ecuador y Venezuela y también, aunque en menor medida, Argentina, todo lo cual se expresó en la presentación de la independencia como un proceso inacabado y en intentos más o menos sistemáticos de falsificación de la historia y de exclusión de aquellos grupos po- líticamente no afines (tanto en la actualidad como en la propia interpretación del pasa- do); (4) el escaso presupuesto invertido en la conmemoración, con limitados efectos en obras de infraestructuras, que permitieran una proyección más duradera de los festejos, lo que también se tradujo en constantes improvisaciones en la materia; y (5) una trivia- Bicentenarios, libros, bibliotecas y memoria en busca de lectores en Sudamérica

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