Fénix 48, 179-203
189 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 berían de estar concentradas, comprimidas como datos complementarios en la tercera parte. Hasta ahí la novela es asombrosa». Luis Alberto Sánchez, en La Prensa (julio de 1970), decretaba que la obra de Vargas Llosa todavía tenía techo: «es inevitable con- venir que son pocos los que a los 34 años han logrado ya, más que la fama, ganancia efímera y contable, haber liquidado la etapa de tanteos y hallarse listo, equipado y ágil, para una travesía de mayor aliento» 13 . Entre 1971 y 1972 aparecieron tres libros multiautorales sobre Vargas Llosa que dieron cuenta de Conversación… El primero, un Homenaje (Giacoman y Oviedo, 1971), recicló en desorden reseñas publicadas en otros medios. El segundo, Agresión a la realidad , contiene un texto de Alonso, «Sí a Conversación a La Catedral », en el que inadvertidamente se toman por decisiones artísticas lo que son meras erratas en Con- versación… 14 Pero el que interesa resaltar es el tercero, Asedios a Vargas Llosa , editado por Luis A. Díez, quien hace una defensa encendida de Conversación … e incluye tres estudios, pues «su indiscutible importancia y la suma de sus logros parecen haber corrido en razón inversa al interés crítico despertado: el más tenue y reducido —hasta el momento— de todas las obras de este autor» (Díez, 1972, p. 10). La novela no vendía bien, sin embargo. Al parecer algún contacto con Monte Ávila, que Carlos Barral aprovecharía más tarde con su propio sello Barral Edito- res, pudo beneficiar a Conversación… pero acabó frustrado. José Miguel Oviedo se lamentaba ante el autor por los conflictos entre los accionistas de Seix Barral que culminaron en la salida del propio Carlos Barral: «Espero que el plan para sacar Conversación en Caracas funcione y que el libro salga de ese limbo editorial al que ha sido condenado entre amistades y mercaderes sin olfato» (Aguirre, 2019, p. 776). Vargas Llosa recordaría décadas después que «[l]a novela no tuvo éxito, sobre todo si se compara con otros libros míos, precisamente por la dificultad» (Vargas Llo- sa, 2017, p. 108). La información sobre los números de ejemplares (contradictoria de edición a edición) pudo deberse menos a llevar «en público» las cuentas con la agen- cia Carmen Balcells —que representaba los derechos de autor de Vargas Llosa— que, a fines publicitarios, pero a partir de la séptima edición (febrero de 1974) se omite cualquier mención del tiraje y así hasta la decimocuarta y última en la colección Nueva Narrativa Hispánica (noviembre de 1981) 15 . Las ediciones que siguieron, en la 13 Cito los textos de Castro Arenas, De los Ríos y Sánchez del archivo personal de recortes de prensa de Vargas Llosa, que no cuenta con todos los datos hemerográficos y que tampoco he podido encontrar por otros medios. 14 El artículo es involuntariamente divertido cuando atribuye la errata de incluir una h después de la x en «exuberancia» y «exorbitante» al «sincretismo lingüístico, muy de aquellas inmensas tierras inquietantes de mestizaje, grandezas y miserias» (Alonso et al., 1972, p. 28). 15 Las quince ediciones de Conversación… en Nueva Narrativa Hispánica son de los años siguientes: 1969, 1970 (dos), 1971 (dos), 1972, 1973 (con el nombre «Segunda tirada»), 1974 (dos), 1976, 1978, 1979, 1980 y 1981 (dos). Augusto Wong Campos
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