Fénix 48, 179-203
192 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 sona (...) De los cuatro libros que componen Conversación en La Catedral , el primero me parece estupendo ya que pone sobre el tapete un mundo de posibilidades que Vargas Llosa desperdicia en los libros posteriores (Carballo, 2007, pp. 267-268). Cuando la novela fue publicada en inglés, en 1975, Levine hizo una reseña de Conver- sación … en que reconocía las exigencias de su lectura, pero esperaba que el lector no se dejara vencer por ellas (1975, p. 250) 20 . Wood asimismo escribió otra reseña de la novela, y a pesar de que consideraba los recursos técnicos algo gratuitos, concluía que la historia terminaba volviéndose transparente al lector (1975, pp. 27-28) 21 . Durante los siguientes años, aparecieron diversos libros generales que se presen- taban como introducciones a la obra de Vargas Llosa, entre los que hay qfue men- cionar los valiosos trabajos de Gnutzmann (1992) y Castro-Klarén, quien apuntó sobre Conversación... : «Aunque es cierto (...) que Vargas Llosa no es un innovador de la lengua, como lo fueron Vallejo o Arguedas, su contribución es, no obstante, nueva e importante, porque inaugura en sus novelas el uso de toda la gama del ha- bla popular, evitando al mismo tiempo caer en el costumbrismo» (1988, p. 74). Con propósitos más ambiciosos, en la línea del libro canónico de Oviedo, en 2001, Wi- lliams publicó el estudio Vargas Llosa: Otra historia de un deicidio . El capítulo dedicado a Conversación… tiene aciertos como observar que «[e]l hecho de que Ambrosio, el “proletariado” que supuestamente se beneficiaría de la revolución que Jacobo, Aída y Santiago discuten, no pueda distinguir entre el aprismo y el comunismo, no es sólo irónico, sino también humorístico» (2001, p. 166). Asimismo, sus reservas sobre la conclusión de la novela hacen eco de aquellas que expresó Edmundo de los Ríos: El primer capítulo de la parte III es una aproximación melodramática a la muerte de Hortensia. Este toque de melodrama es más ampliamente desarrollado en la parte IV: la historia en potencia de un dictador propuesto en la primera página de la novela («¿En qué momento se había jodido el Perú?») ha llegado a ser, al fin y al cabo, la narrativa del matrimonio de Santiago con la modesta Ana, los problemas con la vida que tiene Ambrosio en Pucallpa, y cosas por el estilo (Williams, 2001, p. 174). 20 «It would be a pity if the enormous but not insurmountable difficulties of reading this massive novel prevent readers from becoming acquainted with a book that reveals, as few others have, some of the ugly complexities of the real Latin America». [«Sería una lástima si las dificultades para leer esta inmensa novela, que son enormes, pero no infranqueables, disuadieran a los lectores de conocer un libro que revela como pocos algunas de las horrendas complejidades de la verdadera América Latina»]. 21 «The complexity here is a false complexity, it seems to me: nothing complex is happening, simple events are merely being related as if they belonged to a jig-saw puzzle (...) Complexity just vanishes into limpid clarity by the time you turn the last page». [«La complejidad aquí es una complejidad falsa, me parece: nada complejo ocurre, salvo que escenas sencillas se narran como si pertenecieran a un rompecabezas (...) La complejidad se desvanece en claridad límpida para cuando llegamos a la última página»]. Así que pasen cincuenta años: transfiguraciones de la primera a la última edición de Conversación en La Catedral
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