Fénix 48, 179-203
195 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 Son cambios sutiles o, mejor dicho, traiciones sutiles al texto que el lector encontrará difícil identificar. Pero, entre todos ellos, el error más severo fue la mutilación de un «bocadillo» de diálogo. Donde el original dice [pongo en cursiva las líneas recortadas]: -A la Herradura a tomar milk-shakes con hot-dogs, papá —dijo Santiago. -A la Rueda Chicago que han puesto en el Campo de Marte, papá —dijo el Chispas. -Vamos a la Herradura —dijo don Fermín—. El flaco es el que ha hecho la primera comunión, hay que darle gusto a él (Vargas Llosa, 1969, p. 82). Se lee en Alfaguara 1999-2018: -A la Herradura a tomar milk-shakes con hot-dogs, papá —dijo el Chispas. -Vamos a la Herradura —dijo don Fermín—. El flaco es el que ha hecho la primera comunión, hay que darle gusto a él (Vargas Llosa, 1999, pp. 91-92). Las líneas cercenadas hacen ininteligible el diálogo, pues además el «flaco» es San- tiago, el hijo predilecto de don Fermín, como sabe cualquiera que haya leído el libro. Todas las ediciones de Alfaguara de 1999 a 2018 (incluidas las de bolsillo) tienen esta omisión, que solo sería reparada en la edición del cincuentenario. De todos modos, in- sisto en la salvedad de que unas 54 erratas de las 85 de 1999 habían sido ya corregidas en la edición de la Biblioteca Vargas Llosa que empezó el 2004, aunque es verdad que treinta por corregir no sea poco (y a 2020 algunas todavía perviven). Se comprenderá mejor el leitmotiv del autor cuando protestaba que las erratas «me visitan en las noches en forma de monstruosas pesadillas». Estos inconvenientes aparte, a fines del siglo XX, la obra de Vargas Llosa y Conver- sación… en particular tenían la condición de clásicos de la literatura latinoamericana. Octavio Paz, acaso el más grande ensayista latinoamericano de la época, lo dijo así: «[Vargas Llosa] [n]o sólo es un observador lúcido e independiente de nuestra historia contemporánea sino que es el autor de una obra maestra en un género difícil. Me re- fiero a su novela Conversación en La Catedral , que es una visión realmente profunda de nuestras sombrías realidades políticas» (1985, p. 280). En unas décadas, Vargas Llosa seguiría a Paz en la obtención del Premio Nobel, así como en la inclusión de sus libros en la colección de «inmortales» de la Pléiade, de la cual me ocuparé a continuación. Conversación… en 2016: la edición francesa La obra de Vargas Llosa ha carecido de fortuna respecto a ediciones críticas. En rigor, en len- gua española carecía de alguna hasta que, en junio de 2020, Cátedra publicó una de La ciudad y los perros a cargo de Dunia Gras. Sin embargo, a pesar de los valiosos aportes que contiene, la fijación del texto ha quedado lejos de ser aceptable, desde no menos de cincuenta erratas hasta errores en las notas al pie en la definición de peruanismos (Aguirre, 2020). Augusto Wong Campos
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