Fénix 48, 179-203
183 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 criterios editoriales; era apenas un rótulo para atraer al comprador de novedades. La editorial contaba además con las colecciones Biblioteca Breve y Formentor (junto a una más derivativa, Biblioteca Breve de Bolsillo); las novelas previas de Vargas Llosa, La ciudad y los perros y La casa verde , habían aparecido una en la primera colección y otra en la segunda, e incluso en años posteriores mudarían de una a otra conforme desaparecía una o permanecía otra. Cuando Conversación... apareció en Nueva Narra- tiva Hispánica, la colección ya sumaba títulos de otros escritores latinoamericanos además de una mayoría de autores españoles; hay que mencionar que Vargas Llosa fue el único peruano en el catálogo editorial durante la etapa dirigida por Carlos Barral (1955-1970). Entre los latinoamericanos, se contaban ediciones originales de novelas (por ejemplo, de los uruguayos Carlos Martínez Moreno y de Jorge Onetti, hijo del otro Onetti) así como reediciones ( Coronación de José Donoso y Ceremonias de Julio Cortázar, compilación de cuentos reunidos bajo un nuevo título). La limpieza de la edición preocupó a Vargas Llosa hasta las mismas fechas en que entraba a la imprenta: [L]as malditas pruebas de la novela me quitaron un tiempo enorme. Se perdieron las galeradas que la editorial me envió a Lima, y hubo que sacar otras. Estas tenían millones de erratas. Ahora acabo de terminar, por fin, con las pruebas de página, y todavía había equivocaciones, palabras cambiadas, líneas saltadas, etcétera. A última hora, para rema- te, me decidí a hacerles caso a ti y a José Miguel [Oviedo] y a poner los diminutivos de acuerdo a las reglas («vocecita» en vez de vocesita) gramaticales, con lo que puede ocurrir que los tipógrafos se armen un lío tan monstruoso que el libro salga más envenenado de erratas que las pruebas (Aguirre, 2019, p. 770). Sus predicciones nefastas iban a cumplirse. La primera edición, como veremos, estuvo plagada de erratas. La segunda edición salió en dos tirajes, una en enero de 1970 (en la imprenta de Gráficas Diamante) y otra en febrero (en la de Cromotécni- ca). A fines de enero, Vargas Llosa ya había revisado esta segunda edición y se quejó ante su agente: «la verdad es que es imperdonable que a pesar de cuatro correcciones en pruebas y una en el libro editado todavía aparezca el texto así. Las erratas me visitan en las noches en forma de monstruosas pesadillas y estropean mi metabolismo diurno y no me dejan trabajar en paz» (Aguirre, 2019, p. 773). El combate del autor contra las erratas demanda una dilucidación. Las erratas o lapsus cálami son parte importante en las transfiguraciones que ha tenido Conversación… de una edición significativa a otra, entre las cuales la más flagrante está, sin duda, en el cambio de una minúscula a mayúscula en el título mismo (de Conversación en la Catedral a Conversación en La Catedral ) 8 . Nada 8 La corrección del título ocurrió por fin en el tiraje de la cuarta edición, de febrero de 1971, pero una parte de este tiraje todavía aparece con el gazapo. Un malentendido popular incluso suele llamar a la novela « Conversaciones en la Catedral ». Augusto Wong Campos
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