Fénix 48, 29-45

38 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 Como puede observarse, los datos consignados son casi los mismos que se consig- naban en los cajones de libros: Autor : Nombre del autor. Materia : Nombre la obra, ciudad de impresión, formato, año. Volumen : Cantidad de volúmenes por tomo. No encontramos referencias a la ubicación topográfica del volumen en los estantes ni los datos referentes al impresor o casa impresora. En las siguientes memorias, y durante veintiocho largos años, Ricardo Palma vol- verá a afirmar cada vez con mayor fuerza que sin mayor personal y sin dinero no se podría hacer la catalogación de los bienes. Tras su salida de la institución, las cosas no cambiarían demasiado. Gestión de Manuel González Prada Es conocida la controvertida Nota informativa (acerca de la Biblioteca Nacional) redac- tada en 1912 por González Prada al asumir la dirección. En este texto, cargado de puyas contra Ricardo Palma, dice el autor de Pájinas [ sic ] libres : «Según las afirma- ciones de mi antecesor, recibo, pues, un hacinamiento de libros, en una estantería sin capacidad de contener más obras, hallándome en la imposibilidad de hacer la catalogación, si no se construye nuevo edificio» (1912, pp. 4-5). Además, sugiere lo simple que sería esa labor utilizando los métodos comprobados en la Biblioteca Nacional de Francia: Las condiciones del actual edificio no imposibilitan la facción de catálogos. Hoy mismo, con una previa distribución por tallas, sin causar interrupción alguna en la marcha del establecimiento, se podría comenzar la catalogación simple o de autores por el orden alfabético, la llamada de librero. Fichas o cédulas de catalogación, ordenadas en tapas o cartones de costura movible, suplirían al catálogo impreso, sirviendo de gran auxilio a los lectores y aligerando la tan pesada labor de los empleados. Este sistema, usado en la Biblioteca Nacional de París y en algunas otras, va sustituyendo a las fichas agujereadas de Pinçon y a las articuladas de Bonnange. No se debe pensar en las cajas-catálogos donde las fichas sueltas corren peligro de ser extraviadas o invertidas (González Prada, 1912, p. 17). Asimismo, el nuevo director, quien además redactó el informe ayudado por Nicolás Corpancho y Carlos Alberto Romero, afirma que trabajando cuatro perso- nas juntas podría terminarse el trabajo de catalogar 40 000 volúmenes en quince meses. Aportes para la historia de la catalogación en la Biblioteca Nacional del Perú

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