Fénix 48, 47-79
58 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 Figura 6 Estampa de la biblioteca de los padres de la Compañía de Jesús Nota : Tomado del Álbum de Etiquetas del Fondo Antiguo de la BNP. • Los ex libris de la independencia Al fundar la Biblioteca Nacional como la primera institución cultural de la república, José de San Martín materializó las ideas de la Ilustración, las que formaron parte de su forma- ción, y que diversos intelectuales del siglo XVIII demandaban 31 . Reafirmando su postura con la promoción de las ideas y las letras, donó alrededor de setecientos volúmenes de su colección personal a la Biblioteca Nacional (Tesler, 2014). Este acto fue replicado por otros personajes ilustres, que, siguiendo los pasos del Libertador, donaron ejemplares de sus pro- pias bibliotecas; entre ellos, se encontraron Hipólito Unanue, José Joaquín de Olmedo, Bernardo de Monteagudo, entre otros. Con estas colecciones, junto con la de la Compañía de Jesús, de la Universidad de San Marcos, entre otras, se inauguró la Biblioteca Nacional el 17 de setiembre de 1822, contó en ese momento con 11 256 volúmenes (Guibovich, 2009; Valderrama, 1971). Los ex libris que estos personajes dejaron en sus libros son evidencia del acto de colaboración emprendido con el fin de poner los cimientos de la cultura letrada en la república peruana. Tal vez, entre los libros más emblemáticos de este periodo inicial po- damos contar los de la biblioteca personal del mismo San Martín, gran lector, y convencido de la necesidad de liberar el pensamiento 32 . Reconocemos algunos de sus ejemplares por la estampa que llevan adherida, caracterizada por tener una ornamentación sencilla, con borlas que circunscriben el borde 33 . 31 Es conocido el caso de Eusebio de Llano y Zapata, quien, en una comunicación con el arzobispo de Charcas en 1758, sugería la necesidad de establecer una Biblioteca Pública en la Real Universidad de Lima, señalando las dificultades que enfrentaban los que escribían sobre América por la ausencia de una biblioteca pública que sirviese a los hombres de letras que la quisiesen consultar (Tauro del Pino, 1951). 32 Para un análisis de los temas encontrados en la colección de San Martín, ver Caillet-Bois (1978). 33 El exlibrista argentino Lozier Almanzán, ha destacado la semejanza con aquellas marcas grabadas de la Universidad Mayor de Córdoba (2015, p. 58). Este ex libris , además, nos muestra una faceta del libertador, la del lector. El historiador chileno Vicuña Mackenna nos dice al respecto: «pasaba los días enteros sin soltar los libros de sus manos, embebido en lecturas serias, que gustaba comentar en sus conversaciones» (Lozier Almazán, 2015, p. 59). La memoria impresa: la Biblioteca Nacional del Perú a través del ex libris
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx