Fénix 48, 9-28

26 F énix . R evista de la B iblioteca N acional del P erú , N.48, 2020 La Sala Monteagudo Romero no solo promovió y lideró la ceremonia en memoria de Monteagudo en enero de 1940, sino que fue más allá. En su discurso, dejó por sentado que el nuevo edificio de la Biblioteca Nacional del Perú iba a tener una sala con el nombre de nuestro pró- cer. Así lo citamos: « Entonces esta placa que ahora inauguramos se transformará en un busto que será colocado en la sala destinada a los libros peruanos y a la cual se le dará el nombre de Sala Monteagudo » 10 (1940). Como vemos, Romero le colocaría el nombre de Sala Monteagudo no a cualquier sala, si no a la sala destinada a los libros peruanos, la misma que podría ser considerada como la sala más importante de la Biblioteca Nacional del Perú. ¿Lo proclamado por Carlos Romero se concretó? Lamentablemente no, el incendio y posteriormente la designación de la nueva dirección de la Biblioteca dejaron en el olvido esta importante idea y promesa del exdirector. De lo dicho, podemos afirmar que la revalorización de la figura de Monteagudo fue manifiesta hasta los primeros años de la década de los 40 del siglo XX. Esta fue opaca- da por la hecatombe cultural que sufrió la Biblioteca Nacional debido al incendio de mayo de 1943. A partir de dicho evento, la figura de Monteagudo fue invisibilizada. Se señaló en su lugar a Mariano José de Arce como primer director de la Biblioteca Nacional, afirmación que logramos contradecir con la presentación de este escrito. Para finalizar, pensamos que no hay mejor momento para revalorizar el papel de Bernardo Monteagudo que ahora que estamos a puertas del bicentenario de nuestra independencia nacional, que además coincide con la celebración del bicentenario de la primera fundación legal de la Biblioteca Nacional del Perú (28 de agosto). Es hora de reescribir la historia de nuestra Biblioteca Nacional. Sin ánimos de menospreciar el aporte de don Mariano José de Arce, es momento de resaltar considerablemente el aporte de don Bernardo Monteagudo como primer director de la Biblioteca Nacional del Perú. Asimismo, proponemos que —a mediano o a largo plazo— se retome la idea del director Carlos A. Romero, la de nombrar a una de las salas de la Biblioteca Na- cional como Sala Bernardo Monteagudo. Esta sería la mejor acción de agradecimiento a la memoria del hombre que ideó, organizó y dirigió nuestra primera Biblioteca Na- cional del Perú. 10 Resaltado del autor. Bernardo Monteagudo: primer director de la Biblioteca Nacional del Perú (1822)

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