Fénix 6, 511-589
524 FENIX Lo mismo que en los versos 124-125 en que no se sabe qué admirar más, si la precisión o la concisión. Más adelante Melgar convierte en suyo el verso 127 ya que el 100 latino, dice: "Non tegeres vultus cortice, Myrra tuos". En caste- llano: Oh, Mirra! no ocultarías tu rostro tras la corteza de un árbol! Y Melgar: No te mudaras, Mirra, en triste lefio (v. 127) La segunda estrofa es particularmente interesante. Melgar pone en sin- gular el plural neutro "Tempora" (los tiempos) y suprime el genitivo "primi" que se refiere a "auxilio". Mariano dice simplemente: "el tiempo de este auxilio". En cambio en latín aparece como "los tiempos del primer auxilio", por consiguiente la concordancia con el verbo es diferente. Por otra parte, la versión del "seditl' por "domina" tiene más vigor expresivo, no así "el alma" en vez de "in capto pectore" cuyo sabor en latín es más poético pues se refiere al dominio del amor sobre el alma. Del verso 110 deja de traducir "ille mihi destituendus erit" (me desti- tuiré). Otro de los versos originales de Melgar es aquel en que nos aclara la historia de ciertos personajes, sin dejar de ajustarse al texto que traduce. Ex- plicación necesaria para quien ignora la referencia de Ovidio. Por ejemplo los versos 111 - 112. Quam Iaesus fuerat partem Poeantius heros, Certa debuerat praesecuisse manu. Textualmente: "El héroe, hijo de Peán, debió cortarse con enérgica mano la parte herida". Melgar traduce explicando el sentido de la referencia mitoló- gica : Filoctetes el héroe, debía Cortar luego la pierna envenada. (VV. 139-140) Refiriéndose a Filoctetes, hijo de Peán, que aceptó de Hércules las flechas bañadas en la sangre de la Hidra de Lerna, con tal fatalidad, que al caérsele una de estas flechas emponzoñadas, le tocó el pie, pruduciéndole una herida de hedor insoportable, por lo cual los griegos lo abandonaron en Lemnos. La transición "Bien" con que inicia el verso 141 no resulta muy ele- gante y el verso aparece un poco trunco al no traducir "Creditur" (se cree), es- forzándose por encerrar en once sílabas la difícil versión en español del verso 114, del cual (si bien en forma no muy poética) extrae el contenido ideoló- gico: Y puso el colmo a la honra de sus armas (v. 142). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.6, 1949
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