Fénix 6, 511-589
LA TRADUCCION DEL " R E ~ ~ E D I A MGRIS" DE OVIDIO 529 literarias niuy dignas, si hubiese dominado su talento en vez de abandonarse a él. Aún en la Roma pagana de entonces SUS escritos eróticos causaron el re- pudio de la gente grave. De ahí resultaron dos obras posteriores serias, que Ovidio escribió con el objeto de disculparse por su "Ars Amandi": la "Meta- morphosis", de inspiración helénica, y los "Fastos" de inspiración romana. Con Propercio y Catulo, forma el ángulo vergonzoso de una poesía desenfrenada e uana so- inmoral, coruscante y altiva, que constituye el telón de fondo de la pa, ciedad de entonces. Ovidio nació y vivió poeta. La exuberante imaginación que lo adornaba encendió10 en fuegos artificiales, tan variados como sus sen- timientos y tan fugaces como sus convicciones. Olvidó pronto las enseííanzas de Plotio Gripo, que le enseñó gramhticr, para el bien; a Aurelio Fusco, que le dió lecciones de retórica para lo moral; y a Portio Latón, cuyss sentencias, si es verdad que puso en verso, nunca las puso en práctica. Buen vividor como Horacio, no tuvo otra ambición que vivir tranquilo, admirado de las mujeres desenvueltas y los libertinos, sin más lujo que pasearse bajo los pórticos de Livio o rodeado de amigos divertidos contonearse por la Vía Apia. Mariano Melgar, haciendo honor a su estirpe y a sus principios, hace tolerable, merced a su ingenio y a su decencia, una obra literariamente admi- rable pero moralmente vitanda. Había sonado ya la hora de la emancipación y Melgar en medio de los sufrimientos propios de su joven corazón atribula- do, se mantiene siempre leal a su patria y a su ccnciencia. Dirige y purifica en el crisol del arte los pensamientos bajos e instintos brutales de la naturaleza humana y se entrega a la dura disciplina de los estudios clásicos y a la lucha por la libertad. He ahí donde encuentro el temple de Melgar. Domeñada la parte inferior, encausa su sentimentalismo por los lineamientos de su forma- ción humanística logrando soberano imperio sobre sí y sus creaciones, cualida- des que caracterizan al artista verdadero, y sobre todo al poeta lírico, que ha de remontarse como el cóndor a las albas alturas. Juzgue el lector por sí mismo a través de la traducción en prosa que hago de dichos versos, llevado por mi intención crítica y p o por simple curio- sidad maliciosa : ( 10). "Voy a decirte, ahora, qué te conviene enmedio del placer. Todo hay que apro.i,ecliar para ahuyentar el simor. La vergüenza me impide dtcir ~nuchas cosas sobre este asunto, mas tú con tu ingenio suplirás lo que no digan mis palabras. Hace días, un cualquiera, con el achaque de que mi musa era proterva, combatía mis escritos; pero mientras agrade al lector y mi fama recorra el uni- verso, me tiene sin cuidado lo que éste o aquél puedan decir de mi obra. (10) Cfr. el texto original latino trmscrito en el perc.!elo de la E~troi:; Qcirita de Melgar con el poema ovidiano. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.6, 1949
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