Fénix 6, 511-589

ESTROFA 111 Tierra por medio pon contra el destino Por más fuertes que sean sus cadenas, Sal, vete lejos, haz jornadas largas; A la sola memoria de tu amiga Llorarás, y al andar, muchas paradas Harán tus pies; atrás volver quisieras. . . ¿Volver quisieras? Dobla la jornada, Haz que corran los pies apesar suyo; No te arrendren las lluvias, alto no hagss Por ver las fiestas de los extranjeros: No te paren los ríos; pasa, pasa; No cuentes cuántas millas has andado, Ocúpate en contar cuántas te faltan: No andes buscando de parar motivos; No hagas cuentas del tiempo, ni la cara Vuelvas a la ciudad donde ella queda; Huye no más: su fuga le afianza Al Parto el escapar de su enemigc. Dura parecerá esta mi enseñanza; Dura es, pero es precisa, y en el caso Sin cortes dolorosos nadie sana: Yo enfermé, y muchas veces me obligaron A tomar las bebidas más amargas, Negándome los platos que pedía: Para sanar el cuerpo, fierro y llamas Debéis sufrir, y ni mojar siquiera Los labios secos en las frescas aguas. ¿Qué no debeis hacer por el espíritu Que en excelencia al cuerpo le aventaja? Muy estrecha es !a entrada de mis reglas, Mas toda su estrechura está en la entrada. ¿No ves, que es al principio cuando gime El novillo que el grave yugo arrastra? ¿Y es al principio, cuando el presto potro De la cincha oprimido, siente, y salta? Por fin quizá podrás, aunque sintiendo Dejar las diversicnes de tu patria; hEas luego anhelarás volver a ella; Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.6, 1949

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