Fénix 6, 511-589
LA TRADUCCION DEL "REIV~EDIA AMORIS" DE OVIDIO 557 "¡Qué pequeiía es!" No 10 ere ciertamente: "Mucho suele pedir, a quien la halaga" Y aunque yo me fingía sus defectos, Así falsos me hicieron olvidarla. Como toca a los bienes tan de cerca Cualquier extremo malo, acriminada Puede ser la virtud como un delito. Así pues, cuanto puedas, ten por malas Las prendas de la amiga, y propasando El límite que al bien del mal separa, Procura alucinar tu propio juicio: Si está bien llena, tenla por hinchad&; Si es de color moreno, dí que es negra, Si es delgada de cuerpo, dí que es flaca; Rústica llamarás a la modesta: Y a la de trato culto, altiva y vana. Haz también, aunque sea suplicando. Que haga aquello en que tiene menos gracia, Si voz no tiene, pídele que cante; Si no sabe moverse, al baile salga; Si conversar no sabe, haz que converse; Y si mal toca, dale la guitarra; Haz que ande, si anda mal; quítale el manto Si en extremo es de pechos ribultada. Refiérele sucesos lamentables, Si muy pronto las lágrimas le saltan; Y cuenta cosas que a reir la muevan Si está su dentadura maltratada. Bueno es también el que antes de adornarse, Sin que ella lo prevea, a verla vayas. Nos engaña el adorno, y sus defectos Cubren enteramente con halajas, De modo que del bulto que percibes Es la parte menor, la mujer que amas; Y entre tanto aparato de ornamentos Te costará trabcljo el encontrarla: Los ojos burla Amor con tal egida. Eiitre pues de improviso, y desarmada La hallarás de contctdo, y sus defectos Verá ¡con qué rubor! salir a plaza. h4as no es éste precepto muy seguro, I a muchos ha vencido aquella gracia, Que tiene la bellezcl sin adornos. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.6, 1949
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