Fénix 6, 511-589
Sacando al campo muchos arroyuelos De un gran río el caudal se menoscaba, Y el pábulo quitando de la hoguera, Se llega a consumir la mayor llama: No se hecha bien al agua un solo anzuelo Ni se fijan dos naves con una ancla: Así el que empieza a un tiempo a dos amando, Tiene ya su victoria preparada. Más el que incauto .se entrega a una sola, Aunque tarde, procúrese otra alianza. Minos, por Plótiáa, olvidó a Pacífaes, Cedió a la nueva la primera amada; Por dejar Alcimeon a Aljesibea, Se entregó a Calirroe sin tardanza: Si a Helena bella Páris no quisíera, Páris a Enones hasta vieja amara: Amara siempre a su mujer Odrisio, Si nunca hubiese visto a la otra hermana: i_Peroqué me fatigo en dar ejemplos? Siempre con un amor otro se acaba, Si una madre de muchos pierde un hijo, Con más valor tolera su desgracia, Que la que a su unigénito perdiendo Por su hijo solo se lamenta y clama. Para que no presumas que propongo Doctrinas nuevas, que ojalá me honrara Con ser yo su inventor, sabe que Atridas Las pudo descubrir, como aue estaba La Grecia toda entera dominando, Y bien pudo tentar cosas más raras. Vencedor, hecho dueño de Astinomes, A su cautiva ciegamente amaba: Su anciano padre en \.ano en todas partes Lamentando quería rescatarla, quid lacrimas, odiose senex? bene convenit illis: Officio natam laedis, inepte tuo. Pero volverla, con divino imperio En Aquiles fiado, mendó Calchas: Y entró al fin a la casa de su pedre. "Bien, dijo Agamenon, otra hay tan rara Que Criseyda en el rostro; y aun el nombre Con mudar una letra al suyo iguala; Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.6, 1949
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