Fénix 7, 109-122

EL TESTAMENTO INEDITO DE BEATRIZ CLARA COYA DE LOYOLA 115 Por los años de 1615 pasaron los Marqueses de Oropesa al Perú, en compañía del virrey don Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Esquila– che. El mayorazgo de doña Ana, el caballero de Santiago don Juan Enríquez de Almansa y Borja Inga Loyola, nacido en Lima el 29 de diciembre de 1615 y en quien recayeron los Marquesados de Alcañices y de Oropesa, casó con do– ña Ana de la Cueva Enríquez, hija del Duque de Alburquerque y por su madre, doña Ana Enríquez de Cabrera, nieta del Duque de Medina de Rioseco y de Vi– toria Colonna, de la nobleza de los Condestables de Nápoles. Fruto de esta unión fué doña An~ Enríquez de Almansa y Borja de la Cueva, mujer del Du– que de Hijar y cuya sucesión se extinguió. A la muerte de su mujer, don Juan Enríquez de Almansa y Borja contrajo nueva unión con doña Jua– na de Velasco Guzmán, hija del Duque de Frías, en la cual hubo a doña Teresa Enríquez de Almansa Velasco, novena Marquesa de Alcañices, que casó con don Luis Enríquez de Cabrera y Toledo, octavo Duque de Medina de Rioseco por la muerte de su hermano el célebre Almirante de Castilla don Juan Tomás Enríquez de Cabrera (16). Doña Teresa, a instancias de doña Maria– na de Austria, madre de Carlos II, cedió la casa solar de Loyola a S. M. para que se fundara en ella un local de la Compañía de Jesús. * * :!: En su testamento que se publica por primera vez ( 17), expresa doña Beatriz Clara Coya ser natural del Cuzco, hija de Sayri Túpac y de doña Ma– ría Cusi Huarcay, su hermana y legítima mujer, y declara por su hija y here– dera universal a doña Ana María de Loyola "que será de edad de quatro años poco más o n1enos". Después de las limosnas y mandas de rigor, señala legados a su servi– dumbre compuesta de 6 doncellas y un paje, a su hermana doña Melchora de Sotomayor y a doña Isabel de Sosa, "mujer de calidad" que había cria– do desde su nacimiento a doña Ana; y encarga expresamente que la peque– ña sobrina de don Martín García de Loyola, doña Leonor de Loyola, se edu– que con su hija y que ésta "haga con ella como compañera suya y su sangre". Declara como sus bienes 11,440 pesos de oro que su marido había re– mitido desde Chile consignados a don Domingo de Garro para que los envia– ra a España y que estaban en poder de Lope de Munive; lo que le pertene– ciere de 2,000 ducados de renta colocados sobre las sedas de Granada, a más de los réditos; lo que le tocare de la herencia de su madre "sobre que hay par– tición entre los herederos"; un obraje, huertos y molino y demás tierras en Loyola. como lo estaban antes los dos Santos en un mismo espíritu. que había heredado el Santo Borja, como primogénito en la santidad de su gran Padre Loyo!a". (16) Cf. Nota 11. (17) Pmtoco!o del Esctibano Juan de Mendieta. Los Reyes. Año de 1600. l\!l:s. Bib. Nac. de Lima. Conviene anotar que el protocolo en referencia se encuentra en el Ar– chivo Nacional del Perú y que de él han sido desglosadas ec<as hojas que contienen el tes– tamento de la Coya. Además, a fs. 385 del mismo registro figurnbCT su codicilo y a fs. 18 una cesión y poder en causa propia a Gar!'o, pero es-tos folios han, asimismo, desaparecido del protocolo original. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.7, 1950

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