Fénix 7, 162-176

172 FENIX tes, dehe dcjarse uc claro de aproximadamente medio centimetro, de mane- ra que aquellas quedan perfectamente diferenciadas. Puede presentarse el caso de tener que trabajar con diarios que no distribuyen el. texto en colum- nas; en este caso, se seguirá la forma de recorte, pero tratando siempre de "encolumnar" los mismos. Desde luego que sobre cada hoja se pegarán únicamente los recortes que se refieren exactamente al mismo tema. Por ejemplo, en el Bibliorato no 2, dentro del tema "congresos y conferencias" los recortes referentes al ,'Congreso de filosofía" ocuparán una o varias hojas, distintas de aquellas ocu- padas por los recortes conccrnientes al "Congreso de Hidatidosis". De esta manera se ticne junta toda una información, sin intercalación de noticias de otra índole. MESA DE TRABAJO Daremos algunas indicaciones respecto a la mesa de trabajo. Con una liledida aproximada de 1,35 m. de largo por Q,98 m. de ancho y 0,78 m. de alto, se puede instalar cómodamente el material lece es ario para este servicio. A lo largo de una de las aristas de la mesa, colocamos una baranda de nla- dera de 0,14 m. de alto. Esta se prolonga sobre ambos costados laterales, unos 0,30 m. aproximadamente, de manera de formar esquineras. Apoyados contra esta baranda, podemos ubicar verticalmente, 14 biblioratos tamaño oficio, provistos de sus respectiva., hojas. Un bibliorato de la Biblioteca de la Unión Industrial Argentina lleva en promedio, unas 50 hojas de recortes. El ancho del bibliorato es de 0,30 m.; por consiguiente, en la mesa, queda una superficie de 0,68 m. por 1,35 m. libre para trabajar. En la parte inferior, puede colocarse una tabla (apoyada en los travesaños que casi to- das las mesas suelen tener) que formará un estante de 0,32 m. de ancho por el largo de la mesa; allí se ubican los biblioratos del año anterior. Tenemos así reunido en un solo mueble todos los elementos necesa- rios para el funcionamiento de esta sección. En los cajones de la mesa se guar- dan los accesorios, tales como carpetas pequeñas -por riguroso orden nu- mérico-, lápices y tijeras. Respecto a estas últimas, haremos notar que de- ben ser de puntas agudas a fin de agujerear con facilidad el diario, pues a menudo resulta necesario desglosar un recorte sin romper demasiado las in- mediaciones del mismo, porque el recorte está en medio de la página. Esto se obtiene fácilmente con este tipo de tijeras que perfora y ha- ce únicamente una abertura pequeña allí donde se posa la punta. A un cos- tado de la mesa se coloca el recipiente con la goma semi-líquida el pincel y el portasellos. Conviene conservar cuatro o cinco días los diarios recortados. Estos pueden ubicarse por orden de fecha y con los "lomos" hacia afuera, en algún estante cercano a la mesa de trabajo o, simplemente en una silla. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.7, 1950

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