Fénix 7, 26-108
40 FENIX b ) temático, cuando la persona constituye el tema de la bibliografía, e11 cuyo caso su nombre se reduce al titulo general de la misma. Según la categoría e índole de la compilación, el asiento onomástico es: a ) completa, si el nombre de la persona incluye sus apellidos y extremos cronológicos; b ) simple, si se reduce sólo a nombre y apellido; c ) abreviado, si se reduce al apellido y a la inicial del nombre de pila. 6: 2. CONCEPTO DEL NONIBHE BIBLIOGRAFIC0.- El nombre de una persona, individual o colectiva, cuya forma y ortografía son estableci- das en el asiento onomástico, se llama nombre bibliográfico; y lo es porque en efecto corresponde a la persona, según su propia voluntad o conforme a la opinión universal. En todo caso, si una persona tiene más de un nombre, pro- ceden las referencias respectivas. Para establecer debidamente el asiento ono- mástico debe procederse a su identificación. 6: 3 . Identificación onomástica. Por ser el asiento onomástico el úni- co elemento que no depende del texto que se representa sino de la fuente don- de se encuentra en su más exacta acepción bibliográfica, debe ser establecido después de identificar el nombre respectivo. Esta identificación puede ser: a ) abreviada, si sólo identifica un elemento indispensable del nom- bre completo (apellido, etc.). b ) completa, si comporta todos los elementos del nombre: apellido, nombre o nombres de pila y, además, en una anotación: todos los apellidos y todos los nombres. c ) onomástica-cronológica, si además del nombre completo, se indi- can los extremos cronológicos de la vida de la persona (año de nacimiento y, si ha fallecido, el de muerte) o, en defecto de extremos cronológicos, se indica el año de florecimiento (es decir, de producción de su obra), o el siglo duran- te el cual se ha logrado saber que vivió. 6: 4. Método identificatorio. Para establecer bibliográficamente el asiento personal, individual o colectivo, el nombre debe identificarse en su for- ma ortográfica nacional o vernácula o, en defecto de transliteración al alfabeto latino o carencia de signos no latinos, en su más exacta acepción bibliográfica internacional. Con este fin, el compilador debe proceder metódicamente a la consulta e investigación de las fuentes bio-bibliográficas del caso, en el siguien- te orden: lo. Preferir en primer lugar la fuente personal de quien lleva el nom- bre, si vive. 2 O . Si no vive, la de sus descendientes o parientes, si los hay. 3 O . Si no los hay, la fuente personal de quienes participaron en su círculo intelectual o social. 4 O . Si no existen fuentes personales, recurrir a las fuentes escritas de información biográfica u onomástica que tengan, según el caso. mayor autoridad. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.7, 1950
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