Fénix 7, 26-108
PRONTUARIO DE TECNICA BIBLIOGRAFICA 2 7 la primera se propone representar el texto, es decir, el ser físico del libro, mientras la segunda, además del texto, busca la forma de representar su ser espiritual por medio de anotaciones tan breves y simples como densas de contenido temático y de análisis ergológico. De modo que no todo es compilar, no todo es acumular ni todo es describir. La constitución del estado bibliográ- fico -en su acepción casi jurídica- es la representación selecta y ordenada de un determinado número do fuentes, con determinados datos, según deter- minadas normas y conforme a determinados fines de investigación y contro!, en un todo referidos a un determinado tema, en el incesante y gigante proceso de Ea producción bibliográfica. Ello muestra cuán d i s t i ~ t aes y debe ser 1á norma bibliográfica de la norma catalográfica, pues ésta última depende de las condiciones locales de una colección y debe reducirse a representar el tema en función del texto, mientras aquélla se aplica con entera independencia de tales condiciones. Con estas ideas, definimos la técnica bibliográfica o bibliografía pro- ceszl como el procedimiento formzl o conjunto de normas adoptado para la compilación, el ordenamiento, la forma del asiento, el análisis y síntesis de unidades bibliográficas cuyo contexto corresponde a una persona o a un tema determinados y expresamente elegidos por el compilador, para cumplir fines de información, de selección o de investigación bibliográfica referidos a esa persona o a ese tema. Del análisis de esta definición puede colegirse el carácter procesal de la función del compilador, quien no podrá ser sino quien tenga vocación de orden, tenacidad, culto del detalle, arte de la exactitud, comprensión del ser- vicio, objetividad y costumbre de sistema y, por fin, cultura por lo menos ge- neral en la materia. Entre e! descriptor que arrolla la mayor cantidad de fuentes y el antólogo del dato preciso para el mejor servicio, hemos de prefe- rir a este último, pues la selección de lo mejor "il de primar sobre la compi- lación de lo más. Y no es tarea menos exigente ni menos laboriosa. Al con- trario, el compilar con plan selectivo y antológico demanda una muy delicada comprensión del deber bibliográfico a la par que una clara información acerca de Eo que se compila. Una función procesal de este jaez exige al compilador tenacidad en cuanto al orden y prolijidad respecto del detalle, virtudes inestimables para organizar la bibliografía, pues ésta se constituye con la materia textual y con- textual recopilada, pero sometida a un ordenamiento regular, a un régimen de representación donde el arte y el prestigio de la forma trasunten exactitud in- tertextual, división regular del espaciado y cumplimiento estricto de la regla ortográfica y gramatical bibliográficamente vigentes. No hay bibliógrafo nato que no haya trabajado -como aconsejaba Goethe- "sin prisa pero sin pausa" y al pie de la letra de la copla: Despacifo y buena letra, que el hacer las cosas b;ez impcrta más CLW el kacrrlas. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.7, 1950
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