Fénix 7, 3-25
MEMORIA DEL DIRECTOR DE LA BIBLIOTECA NACIONAL 7 Con respecto a la necesidad de adaptar el esquema, la Tabla de M. Dewey, tal como aparece en la edición mencionada, ha continuado siendo re– visada, modificada y desarrollada, en forma análoga a como se hizo en un principio con aquellas de sus partes que eran desde luego inaplicables en la Biblioteca Nacional, unas veces por su disconformidad con la teoría y la prác– tica nacionales e hispanoamericanas, y otras por su deficiente o nulo desarro– llo del esquema; y así como se reesquematizó el número 340 (Derecho) y se desarrollaron los números 869 (Literatura Hispanoamericana, especialmen– te en su parte peruana), 970 (Historia de América), 980 (Historia de His– pano-América, inclusive la de cada nación hispanoamericana, con particular de· talle del Perú), asimismo se han reformado los esquemas de Educación (370), de Matemáticas ( 510), de Literatura inglesa ( 820), alemana ( 830), france· sa (840), italiana (850), latina (870) y griega (880), y en el número 890 se ha desarrollado el esquema de literatura rusa, del cual carece la Tabla. El pro– ceso de adaptación y reforma ha exigido el proceso correspondiente de recla– ¡;ificación de las unidades de colecciones clasificadas conforme a las tablas de– rogadas, como ha sucedido con la colección médica nacional clasificada según el n9 610 del esquema decimal, substituído por el esquema especial de E. Cunningham, y con la colección nacional y extranjera de Matemáticas, cuya nueva tabla ha comenzado a aplicarse. Aunque es verdad que esta labor redu– ce en parte el ritmo del trabajo y disminuye el aporte de la Sección de Cla– sificación, también es cierto que satisface una imperiosa necesidad teórica y práctica y, a la larga, economiza pérdidas de tiempo y mayores gastos futuros. En cuanto se refiere a la triple división de los fondos bibliográficos, la política de clasificación ha tenido y tiene en cuenta, no sólo la naturaleza tex– tual de cada colección, sino también la finalidad propia de su respectivo ser– vicio de lectura; y así, mientras la colección nacional es tratada con criterio bibliográfico, la colección extranjera - salvo cuando lo exige la fama del autor, la antigüedad de la edición, la rareza del ejemplar, la excelencia del texto, o cualquier otro factor que confiere valor bibliográfico - es tratada con cri– terio informativo. Por último, en lo que atañe a la existencia de varios depósitos de cir– culación, el sistema de clasificación está constantemente aplicado de acuer– do con el servicio de lectura, en función de las necesidades más perentorias de la demanda y, al mismo tiempo, en función de la naturaleza contextual de cada libro. Sistema de Epígrafes Por hallarse los catálogos temáticos formando una sección separada y ser, en buena cuenta, un conjunto de diccionarios de materias, ha debido con– siderarse muy atentamente la terminología para los epígrafes respectivos. En este punto, consideramos las listas publicadas, en particular los Subject headings used in the dictionary catalogs of the Library of Congress ( 5'1 edi– ción, Washington, 1948), como fuentes de mera información, pues la experien– cia del servicio de lectura ha demostrado que los términos o sinónimos más Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.7, 1950
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