Fénix 8, 395-418
INTRODUCCION A LA BIBLIOGRAFIA PERUANA 407 Bibliotheca Americana Vetustissima, lo llevara a dar por realizado su propó- sito, debió encarar a los seis años la publicación de un volumen integrado por las necesarias "additions". A los 304 títulos inicialmente estudiados, agre- gó asi 186, que en su mayoría eran hasta entonces desconocidos para los es- pecialistas; "y como es de suponerlo, punto menos que imposible tendrá que ser intentar siquiera tratar en adelante en su conjunto un tema ya agotado para la más paciente investigación" -anota José Toribio Medina-. Afec- tan a la vida y los viajes de Cristóbal Colón y Américo Vespucio, a las ex- ploraciones geográficas de los marinos espaiioles, al periplo de Magallanes y la relación de Antonio Pigafetta, a los hechos de Hernán Cortés y Francisco Pizarro, y a la organización institucional de los dominios españoles de América. En lo tocante al Perú, sus referencias se inician con la relación de Pedrarias Dávila y las dos crónicas aparecidas en Seviila el año 1534. Auqque planeada sólo como catálogo razonado de una colección de des- tinada a la venta, es importante la B~bliothecaAmericana (París, 1867), pre- parada por Charles Lecrec. Reeditada al cabo de once años, con numerosas adiciones, e incrementada por dos suplementos (1881 y 1887), contó hasta 3620 asientos bibliográficos. En cada caso trascribe prolijamente la portada, registra con exactitud los caracteres físicos del. libro y ofrece sobria informa- ción acerca del contenido. Su interés aiecta, de una parte, a la Historia, la Geografía y los viajes, y la Arqueología; y, de otra, a la Lingüística. Para la primera adopta una clasificación ajustada a los grandes marcos regionales; pero no faltan yerros, provenientes de una imperfecta correlación entre los horizontes históricos y geográficos, como se advierte en cuanto aparecen li- bros sobre la cultura incaica en la división establecida para la zona de los ríos Marañón y Amazonas. Para la segunda parte adopta oportunamente e1 orden alfabético de los autores. Y, en cuanto a la consulta general, es facili- tada por un índice, en el cual aparecen los autores y los títulos de las obras anónimas. Es claro, pues, que esta Biblioteca Americana se distingue entre otros catálogos de libreros, por su ajustada selección y los lineamientos netb- dicos. Y, no obstante su carácter, debe destacarse la significativa novedad que le da la clasificación geográfica, pues mediante ella se abre ante los eru- ditos la vía de las especialidades. Cierto es que el prologuista mira éstas con agudo e intuitivo sentido del humor, pero debe advertirse que en ellas se encuentra el anuncio de las bibliografías nacionales. Y, en efecto, al ario siguiente de haber aparecido la segunda edición de esta Bibliotheca Ameri- cana, el laborioso Mariano Felipe Paz Soldán lanzaba a la publicidad una caudalosa Biblioteca Peruana, en la cual se percibía nítidamente la extremosa acuciosidad del especialista y el esforzado empeño de reducir a sítesis una vasta información . Conocidos, ya, los caracteres fundamentales de las primeras bibliografías modernas relativas a América, tócanos concluir que sus aportaciones son re- sumidas y extremadas por José Toribia Medina en la Biblioteca Hispano- Americana (1493-1810). En ella se traza por primera vez el plan de una bibliografía general de la América Hispana, distinguiendo en su desarrollo Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.8, 1952
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