Fénix 8, 395-418
408 FENIX histórico los períodos colonial e independiente; y considerando de una parte, las producciones de las imprentas locales, y, de otra, los impresos españoles y latinos y los de lengua extranjera. Y la realización de tal plan se inicia allí con la bibliografía española aparecida durante el período colonial. Según las exigentes pautas que José Toribio Medina fijó a sus estudios, la Bibíioteca Hispano-Americana (1493-1810) estaba destinada a ofrecer me- tódica reseña de la bibliografía española pertinente a América. El comienzo de su preparación puede remontarse a 1888, año durante el cual dió a la publicidad el Catálogo breve de mi colección de libros relativos a la Améri- ca Lafina, que denota sólo su ostentación de coleccionista y, sin embargo, abre ante los bibliófilos un campo hasta entonces no hollado en esta parte del mundo, que inmediatamente revelaría a su autor las vastas posibilidades del tema y, por eso, suele ser visto como orígen de sus afanes bibliográficos; el progresivo adelanto de su empeño está anunciado en su Catálogo de libras españoles cuya descripción solicita[ra], desde Sevilla, en 1893; y la publi- cación de los siete volúmenes de la ambiciosa obra se lleva a término, des- pués de una década de trabajo preparatorio, entre los años 1898 y 1907. En su Biblioteca Hispano-Americana (1493-1860), JosE Toribio Medina se propuso ofrecer la "bibliografía española de América", en el período com- prendido desde la aparición de las primeras noticias sobre el descubrimiento del Nuevo Mundo hasta la arclaración de la independencia, y fijó tal hecho en 1810, porque este año "morca el comienzo del gran movimiento insurrec- cional de las antiguas colonias españolas de América, y después de la inde- pendencia se [lo] ha tomado como base del Ufi possidetis para el arreglo de las cuestiones de límites". Sus alcances fueron limitados por "dos extremos" igualmente claros y comprensivos, en los cusies consideró: "libros publicados por americanos o españoles que vivieron en América y que no tratan de una manera directa de las cosas de ~ue s t r ocontinente"; y "libros escritos en cas- tellano o en latín e impresos en España o fuera de ella por españoles o ame- ricanos, o publicados en la península por individuos de cualquier nacionalidad, en alguno de aquellos idiomas". Pero reiteradamente excede estos límites, en cuanto da noticia de la difusión alcanzada por dichos libros al ser tradu- cidos a otras lenguas modernas, y no solo durante el período de la domina- ción española en América, sino aún durante el siglo XIX. Y en ningún caso se limitan sus reseñas a la mera descripción física del libro, pues, deseando servir a la Historia, agrega, en homogéneos haces, compendiosas informaciones acerca del autor, la trascendencia y las viscisitudes de la obra tratada, eru- ditos y bibliógrafos que la describieron o juzgaron, e incluso amplios extrac- tos por los cuales se infiere su mérito o utilidad. Declara José Toribio Medina que lacinformación inicial de la Biblioteca Hispano-Americajna (1493-1810) reproduce buena parte de la acopiada por Henry Marrise para su Biblioteca Americana Vetustissima y, trascribiendo sus palabras, lo repiten así quienes han historiado aquella obra. Pero no se ha visto las profundas diferencias que entre ambas existen, y no sólo en virtud de la extensión cronológica, sino por efecto de las diversas proyecciones asig- nadas a una y otra bibliografías. En primer término, ha de recordarse que Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.8, 1952
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